his little things ; larry (extended) ✓

: capítulo uno :

Su día no había empezado de la mejor manera, principalmente porque no había encontrado su collar de avión de papel que su madre le había dado antes de irse para siempre. Mientras buscaba en el desastre que su habitación era una rubia entró sin tocar a su habitación.

―Hazz―. Le llamó con voz suave y un tono maternal que había adquirido con los años de cuidar y criar tanto a su hermano menor como su pequeña hija.―¿Ya estas listo, cariño?

Harry salió ya con la ropa puesta y su cabello rizado aun más alborotado de lo normal, su mirada verde era vacía y en su rostro una mueca de frustración era muy evidente, se levanto sacudiendo sus ajustados jeans negros.―Mmm.. si ya estoy listo, ahora bajo Gemms.― su voz es ronca y lenta, siempre dudoso y con miedo de lo que dirá. La rubia asintió con una pequeña sonrisa dirigida hacia él. Examino por última vez su desordenado cuarto hasta que visualizó su cadena encima de la camiseta blanca que había usado ayer, sonrío tomándola y colocando esta, alrededor de su blanquecino cuello.

Bajó las escaleras con paciencia y siendo a la vez delicado con los pasos que daba, al llegar a la sala de estar dejo su mochila en el mueble junto a la de su sobrina y entró a la cocina donde su hermana y su esposo, Liam, terminaban de hacer el desayuno, mientras que, su sobrina terminaba de comer su papilla.― Buenos días.― murmuró y la pequeña Anne volteo su cabeza llena de rizos hacía él y con una enorme se bajo de la silla alta.

―¡Tío Hawwy!

―¡Hola princesa!―. Toma a la niña en sus brazos dejando varios besos en su mejillas regordetas y sonrosadas. La pequeña ríe.

―Ya está tu desayuno Harry, al igual que tu almuerzo―. Su hermana le deja en la barra un lato con huevos estrellados y pan tostado, y junto a esta una bolsa marrón de papel con su almuerzo para la escuela el murmura un ¨gracias¨ a lo que su hermana solo asiente con una sonrisa, tomando a la pequeña niña de los brazos de Harry, para que el pudiese comer tranquilo.

☁

Luego del desayuno, las cosas se pusieron algo apresuradas y termino llegando al colegio caminando bajo el frío otoñal, aunque eso no le molestaba, su sobrina había tenido accidente pero era mejor ya no pensar en eso.

Entró al plantel escolar donde muchos estudiantes se encontraban gritando, saludando y hablando de manera ruidosa con sus amigos, él apretó su libro a su pecho caminando con inseguridad hasta su casillero y poder sacar lo que iba a necesitar en su primera clase del día. 

En el  transcurso de la mañana Harry siempre se mantuvo con el perfil bajo tratando como siempre de no llamar mucho la atención ya que había sufrido bullying por parte de sus compañeros pero eso había terminado de un día para otro.

Cuando timbre sonó para marcando la hora del almuerzo, el se escabulló al patio, donde el frío era muy agradable y junto a una manzana y su libro sobre la Antigua Grecia, se sentó debajo del gran árbol ornamental que de a poco se iba quedando calvo por la llegada del invierno; la sonrisa pacífica en su rostro junto a una leve sombras de sus hoyuelos. Al finalizar este Harry volvió a entrar en el recinto camino hasta su casillero, con cuidado de no tropezar con las personas que había cerca y oh vaya que grata sorpresa se encontró.

Una pequeña nota de color azul, una caligrafía algo desordenada pero muy hermosa; se encontraba pegada de forma estratégica en la puerta de su casillero con cuidado extendió su mano y la tomo leyendo el contenido de está.

#1

Te he visto sonreír hoy, no lo haces mucho por lo que pude notar pero tu sonrisa es hermosa y... ¡tienes hoyuelos! y te hacen ver súper adorable. Sonríe te ves aún más hermoso de lo que ta eres. -L x.

Sonrió grandemente con la nota azul en sus manos, esas palabras escritas ahí le hicieron sentir una sensación cálida y reconfortante en todo su ser. Y una pregunta le llegó a su cabeza.

¿Quién le habrá escrito palabras tan hermosas en aquella nota?...

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