No te vayas de mi lado 《Parte 2 de Vuelta a la vida》

Capítulo 21 (Jughead)

Entré por la ventana al interior de la habitación de Betty. Ella se había sentado en la cama, mirando hacia el frente. Tenía puesto un short color verde militar y una blusa blanca que besaba su hermosa y suave piel. Su cabello de trigo estaba atado en una trenza, y sus preciosos ojos estaban rojos de tanto llorar.

Me arrodillé frente a ella y puse mis manos sobre sus rodillas desnudas: - ángel, vamos háblame. ¿qué es lo que ha pasado que te puso tan mal?.

- Nunca me dijiste - por fin habló después de un largo rato de silencio, pero su voz salió quebrada- que salir con Jassy también había implicado acostarte con ella. 

¿Así que eso era? Oh mataría a Jassy...

-Me contó que a ella también la hacías sentir hermosa, que eras tierno y fogoso a la vez- su voz se quebró finalmente y no hablo más. 

Al hablar en ningún momento me miró a los ojos, así que se lo pedí: - Mírame ángel, por favor.
Seguía sin mirarme por eso repetí: -Elizabeth por favor, mírame- le supliqué mientras seguía aferrado de sus piernas- vamos, mírame por favor.

Ella por fin lo hizo, así que hablé con el corazón, dejando que vea en mis ojos y sienta en mi voz todo el amor que le profesaba: -cuando te besé esa noche debajo del algarrobo, ese fue mi primer beso. Cuando nos fundimos tu y yo, aquella noche de tormenta en Malibú, esa fue también mi primera vez.

Cómo no me respondía, sino que sólo me miraba continué: - estuve con otras antes, sí. Pero ninguna como tú, ángel. Solo a ti te di mi alma y mi corazón, sólo a ti te confié mi más profundo secreto, sólo contigo siento que la oscuridad dentro mío se desvanece. Sólo a ti te he recitado poemas, sólo por ti me abrazaría a la adversidad más cruda solo para verte sonreír.

Los ojos enormes de Betty ahora estaban anegados de lágrimas, y sus manos se habían apoyado en las mías: - no me importa Jassy y no me importará ninguna otra que no seas tú, Elizabeth. Tú no te das cuenta, pero sólo me atrae tu cintura,- apreté sus manos- son tus labios los que quiero besar hasta quedar borracho de tu sabor, cuando estoy contigo pienso en como hacerte reír porque adoro tu risa, y cuando estoy lejos tuyo me dedico solamente a añorar tu piel.

Tomé un poco de aire antes de decir, sin dejar de mirarla ni un momento: - ¿Qué es lo que tengo que hacer para que me creas? Dime y lo haré, lo que sea. Sólo dímelo.

-Nada-dijo con un hilo de voz tocando ahora mi rostro- ya lo has dicho todo. 

Me puse de pie, e hice que también ella lo hiciera. La atraje hacia mi cuerpo y le susurré al oído, mientras desarmaba su trenza y enterraba mis dedos en su cabello: - la noche es corta para todos los besos que tengo guardados y que llevan tu nombre.