Vendo Recuerdos

Capitulo 34♥

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Presente

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Hinata miraba por la ventana ausentemente, su cabeza iba a mil por hora, estaba confundida, asustada, no sabía que hacer.

Naruto había llamado infinitas veces desde que había vuelto a Phoenix, pero ella no quería contestar sus llamadas. Menos en se momento.

Se sentía asustada... enferma... no sabía como afrontar todo lo que se le venía encima en ese momento. Realmente decir que estaba asustada era poco, sentía la necesidad de ir corriendo a su casa y meterse bajo la cama, como lo hacía cuando era pequeña y tenía una pesadilla. Hiashi siempre la encontraba dormida sobre el frío suelo abrazada a su mantita verde.

Sintió una opresión en su pecho al pensar en Haishi... ¿qué diría él? ¡Dios! Se estaba volviendo loca.

- Hinata.

Ella dio un respingo y gritó asustada. Shino se acercó a ella con el ceño fruncido.

- ¿Has estado llorando? -pregunto preocupado.

- No es nada -le restó importancia- se me pasará... en unos meses -ella misma se rió de su propia broma repetida, Kiba la habría pillado al vuelo, Shino , más lento para esas cosas.

- Ha llegado esto para ti -dijo extendiéndole un ramo de flores... otro ramo de flores.

Hinata extendió sus manos temblorosas, cogió las rosas blancas y rebuscó la tarjeta que las acompañaba frenéticamente.

"Lo siento. Contesta a mis llamadas por favor, necesito escuchar tu voz. Te amo, NN."

- Quince ramos de flores en los último 4 días... o él ha metido la pata hasta el fondo o tú eres demasiado orgullosa -dijo Shino divertido-, pero conociéndote creo que se trata de la segunda.

- Puede que sí -admitió en un susurro- no sé como admitir que me he equivocado.

- ¿Quieres hablar de ello? -preguntó Shino en un susurro.

- No... mejor hablemos sobre ti... necesito distraerme... ¿qué tal con "Fuu chan"? -preguntó con una débil sonrisa.

- Bien... creo... quiere que seamos solo amigos -admitió bajando la mirada.

Hinata rió entre dientes y golpeó su estómago.

- Te lo mereces... -susurró divertida.

- Ya sé, ya se... el play boy necesitaba encontrase con la horma de su zapato -masculló molesto- ¡eh! ¿Estás bien? -preguntó al ver como el rostro de Hinata perdía todo el color.

- Sí... solo... solo necesito ir al baño -contestó con voz débil.

Se puso en pie y un mareo la hizo perder el equilibrio y caer en los brazos de Shino. Él la llevó de nuevo hacia la silla y la ayudó a sentarse.

- ¿Qué te pasa? ¿Has ido al doctor? Deberías ir porque esto no es normal ¿Hinata me estás escuchando? -preguntó molesto.