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Se sentía molesto, irritado y totalmente avergonzado.

¿Cómo no se había dado cuenta antes de que aquellos bastardos se habían llevado los mapas con ellos? Pues claro, en esos momentos no sospecho nada, menos de un granuja que había estado cinco años fuera y ese mocoso que le acompañaba.

Y es que no esperaba que a él, el habilidoso DakHo le pasara algo de esa magnitud. Simplemente era impensable, pero había ocurrido y por los siete mares que se sentía muy enojado. Sentía ese deseo de desquitarse con su tripulación, por más cobarde que sonara de su parte; pues al fin y al cabo, él era el capitán. Miró a su alrededor, notando como habían llegado a aquella isla que todo pirata consideraba el único hogar en tierra firme. La isla pirata.

—Capitán, ¿Vamos a ir a buscarlos allí? —Indagó uno de sus hombres.

—Sí, esos granujas van a saber...—Miró con furia y golpeteó la mesa de su gabinete— Quien es DakHo y con quienes se han metido.

—Así se habla capitán—Halagaba uno de los hombres mientras los demás empezaban a desembarcar— Esos granujas no se compraran con nosotros nunca.

Los hombres salieron y por ultimo lo hizo el capitán, quien miraba aquel lugar con furia. Debía sí o sí encontrar a los piratas aquellos, además, había ya hecho algo con el molesto capitán aquel cuando le arrojo junto a ese mocoso por la tabla.

Finalmente con la muerte de aquellos dos, solo era cuestión de tiempo para que todos se enteraran y volviera a ser él el peor pirata de todos.

Caminó entonces con más confianza por aquello, sintiendo las miradas de todos sobre él. Es que era demasiado raro verlo por esos lares a menos que fuese algo importante o quisiera pasar un buen rato con alguna mujer u hombre, eso le daba igual a él a diferencia de muchos de los piratas del mundo.

Avanzó a la taberna donde sabía que estaban o que al menos se la vivían los que seguían al mocoso rubio que se creía capitán. Cuando entró a aquel lugar, lo vio extrañamente muy calmado, sin casi nadie en su interior. Escaneó con la mirada hacia todo lugar visible, no encontrando a ninguno de esos piratillas que seguían a TaeHyung por ninguna parte, lo que ocasionó que torciera la boca en un gesto de disgusto y un gruñido saliera de su garganta.

—Maldita sea—Susurró mientras una de las encargadas le miraba con interés—Tú mujer, ¿Dónde está la tripulación de Kim?

La mujer le vio con burla, no tiendo respeto alguno a quien fuera el segundo pirata más temible de los mares.

—Se han ido, ¿No es obvio? —Miró a todos con aburrimiento— ¿Van a beber algo o qué hacen aquí?

— ¿Cómo osas tratar al mejor pirata de los mares de esa manera? —Bramó uno de los hombres—La mar y la mujer de lejos se han de ver. Y ya veo porque.

—El mejor pirata ya se fue—Se jactaba la mujer con burla— Yo solo veo al segundo en mis narices.

— ¿Qué acabas de decir? —Indagó DakHo con furia, girándose para encarar a la mujer— ¿Hay alguien que se hace decir el mejor?

—No se hace decir, a todos en la isla nos consta que lo es—Sonrió torcidamente— Y sería bueno que ya lo vieras de esa manera también.

—Por los mares, soy yo el que se deshizo de ese maldito bastardo y alguien más viene a reclamar mi lugar—Bramaba con furia, mientras todos miraban la escena con curiosidad tras las palabras del hombre— ¿Quién es quién osa decir que es mejor que yo?

—No creo que quieras saber la respuesta—Musitaba la mujer con tranquilidad—Además se acaban de ir hace menos de un día.

—Si me deshice de TaeHyung, que no pueda deshacerme de una sabandija.

Piratas ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ [+18]Where stories live. Discover now