Capítulo 3: Ellise...

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"No se olvida, 

lo que en el alma se ha sellado." 

- Oye, ¿Estas bien? - La voz juguetona de Alex me sacó de mi trance y mis pensamientos sobre lo de ayer en la noche: cuando Alicia me vino a "felicitar" de mi cumpleaños.

-¡Oh!, claro... ¿qué decías?- Pregunté nerviosamente costándome hablar por el severo golpe en la cabeza de ayer en la noche, me palpitaba a horrores mi cabeza; estaba casi seguro que Alex me hablaba de algo que había dicho su psiquíatra.

- Ay que pena... ¿no me escuchaste?- Me sonrió con cariño y paciencia, su semblante cambio tan repentinamente casi subiéndose sobre la mesa y gritándome.- ¡PUES MUERETE!

Él es mi único amigo dentro del psiquiátrico, Alex. Él está aquí por un caso de Bipolaridad.

- Lo siento, Alex...- susurré, aun sabiendo que cambiaría de ánimo de repente.

- Acabo de gritarte...-Su rostro cambió completamente a uno severamente triste.- Soy la peor persona del mundo, te he deseado la muerte...no...

- Alex, por favor.- Pedí lentamente para no alterarlo.- ¿Por qué no te vi hace un mes?

-¿¡Ves cómo eres?!- Me gritó embarrando su cara en la mesa de un lado a otro con tristeza.- Tuve una larga y triste depresión.

- ¿Cuándo se te paso?-Pregunté mientras con mi tenedor revolvía mi comida, la cual no sabía si era puré de manzana o arroz.

- Hoy en la mañana.- Rodé los ojos ciertamente divertido; aunque sus depresiones profundas en realidad no eran divertidas, pareciera que inclusive para respirar se sintiera un fracasado y muy probablemente, algún día muera por sus propias manos - Oye, ¿te comerás tu puré de manzana, con complejidades de arroz?

-Come.-Dije recorriendo mi plato a su lado. La verdad era un buen amigo, además que era muy confiable y divertido...por ello quería contarle lo qué posiblemente sería mi alucinación con Alicia (Él si me creía), pero el solito se daría cuenta de la inminente venda en mi cabeza junto a la sangre seca en mi piel.

Como todo bipolar: Tiene problemas de atención.

- ¡Eh!- Exclamó horrorizado tapándose la boca.- ¿Qué te paso?

- Ayer tuve otras de mis "alucinaciones" con ángeles.- Alex tocó su cabello rubio antes de pensar en seguir hablando.

- ¿Con quién?

- Con Alicia...-Susurré para mí mismo, sin embargo Alex parecía que le flotara una interrogación gigante arriba de la cabeza.- La rubia, de ojos azules, la que según era princesa de España pero que terminó siendo un ángel.

-¿Y qué te dijo? ¿¡Te violó?!- Se tapó los ojos con una expresión de asco.

-Me dijo que todo era mi culpa...

-Mhhh- Metió otra cucharada a su boca de la horripilante comida - Si antes odiaba a... ¿Annie? por puta, ahora odio a Alicia ¡Nadie lastima a mi amigo!

- Pero... ya empiezo a confundirme, Alex. Realmente no sé si Albert realmente existió y en realidad si estoy loco.- Alex se paró de un brinco de su asiento y azoto sus manos en la mesa con fuerza.

- ¡No dejes de creer! ¡Tú sigue tus sueños y demonios sensuales!

Dos horas más tarde de una intensa platica entre Alex y un paciente con Ninfomanía de cómo violarse un tenedor. Me llevaron con mi psiquíatra... la verdad había sido una pésima idea el contarle lo que sucedió anoche, solamente aumento dosis de medicamento.

Pude divisar a lo lejos y por el poco espacio de la rejilla el traje blanco de una enfermera saliendo del cuarto de enfrente. Me asomé por la puerta blanca puesto que no había tenido a ningún "vecino" enfrente durante todo el año. Una cartilla amarilla estaba pegada del lado derecho de la puerta.

Nombre del paciente: Ellise Falcón.

Edad: 23 años

Enfermedad: Trastorno depresivo mayor.

A lo largo del pasillo se escuchaba el movimiento de la silla de ruedas, donde ahí traía a la chiquilla sedada y con la mirada perdida hacía el techo. La chica tenía el cabello increíblemente largo de color castaño, y sus ojos eran de color amarillento con toques verdes, a pesar de estar con la bata se notaba a leguas que tenía cuerpo de infarto, además que la piel pálida hacía todo resaltar de ella.

La enfermera volteo a verme a mí, después de acostar a la chica en su cama como muñeca de cuarto, se acercó a mi cuarto abriéndolo sin ningún cuidado tomando los medicamentos en mano.

- Joven Valentines, buenas tardes- saludo la enfermera, me acerqué a ella y puse mi brazo extendiéndola hacía ella.

En cuanto el medicamento comenzó a hacer efecto, un sueño horrible me invadió.

Narra Ellise.

Estaba sentada en el feo piso del cuarto de Esteban a un costado de su cama, donde le miraba expectante de arriba hacia abajo.

- No has cambiado nada desde la última vez que te vi, estas igual de horrible.- Comenté para mí misma mientras le miraba de cerca.- Albert tiene los mismos gustos tan horripilantes de siempre.

Los tacones de la enfermera se escuchaban a lo lejos, así que fue solamente cosa de que atravesara las puertas hasta mi habitación.

-El lugar da puto asco, pero todo con tal de volver a verla... me conducirás a Alicia... mi amor.- Susurré acostándome en la cama en un suspiro. 

Sin pecado concebido (Yaoi)Where stories live. Discover now