Capítulo 9: Amor.

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"-Te haré feliz.- Dijo la vida.- Pero primero...te haré



Narra Albert.

-Aw, estás llorando.- Sonrió Ellise cruzando sus piernas.- Que patético te vez.

Me toqué la mejilla sorprendiéndome a mí mismo de las lágrimas que escurrían por mi cara. ¿De qué son? ¿De felicidad por saber que Esteban está vivo? ¿De enojo porque pensé que estaba muerto? ¿De tristeza al saber que yo lo abandone....?

-¿Donde esta?- Gruñí entre dientes, no dudaría en atacarla si comenzaba sus estúpidos jueguitos, y creo que el hecho de que inmediatamente sacara los cuernos cuando abrió la boca dijo mucho.

- En verdad que quisiera hacerte pagar cada segundo de mi sufrimiento...- Apretó la mandíbula con desprecio.- Me encantaría tenerte a mis pies suplicando porque te diga...

-¿¡Dónde está?!- Hablé con un tono de voz mucho más fuertes, las luces del pasillo comenzaron a parpadear.

-Pero causarías un alboroto antes de que llegara a ese punto... puedo pasar milenios de sufrimiento con tal de que pueda entablar una conversación con Alicia de nuevo...-Trato de inhalar y exhalar profundo antes de volver a hablar.- Está en este psiquiátrico, antes estaba su habitación enfrente pero...lo movieron.

-¿Qué?- Fue lo primero que se me ocurrió decir y de pronto tuve que haber relacionado que el enfermo mental del que tanto hablaban era él; entré en pánico.- ¡Dime dónde está!

-Edificio 4, en los últimos pasillos casi subterráneos.- Dijo únicamente.

Y no esperé más, moviéndome a gran velocidad atravesé pasillos e inclusive aventé a enfermeras (que por la velocidad que iba, ni si quiera supo que las golpeo); yo solamente quería verlo de nuevo.

Cuando llegué al cuarto edificio, mi energía demoniaca desprendía tanto que las puertas y cristales crujían a mi paso; nada me detendría. Me asomaba a cada puerta que veía; hasta que lo encontré.

-Esteban...- Jadeé al mirar adentro, lo que veía adentro realmente me destrozaba mis miles años de existencia. Con un golpe del dedo índice, la puerta se dobló dejándome entrar de manera cautelosa al terrible ambiente que el cuarto albergaba. Esteban estaba recostado de lado sobre aquel suelo acolchonado, mirando a la nada y encogido sobre sí mismo, él cabello le caía desastrosamente por la cara ocultando su mirada y sus dedos de los pies se encontraban engarrotados con fuerza; la palidez de su piel era realmente alarmante, sus labios estaban secos y cuarteados (señal de que ni agua le habían brindado) -¡Ah...!

Caí al suelo a su lado, teniendo que tapar la boca para no gritar de horror; la imagen ante mis ojos me destrozaba a cada segundo.

Solamente así se percató de mi presencia, ambos ojos viajaron rápidamente a mí.

-¿Al...bert?- susurró reincorporándose lentamente y temblorosamente, para luego echar la cabeza para la pared, como si esta pesara... fue una acuchillada para mi esa imagen.

- Amor...Esteban...- no podía ni siquiera levantarme por el llanto, así que fui a gatas hasta quedar enfrente de él. Aquellos ojos sin luz me miraron unos segundos, sin cambiar esa expresión de agonía un solo segundo.

-Aléjate.- Ordeno con la voz ahogada.- ¡No te me acerques!

-¿Esteban...?

- ¡¿Por qué me haces esto!? ¿¡Eh?! –Apretó los dientes con verdadero dolor, como si en verdad no pudiera verme comenzó a sacudir la cabeza de un lado a otro.- ¡¿POR QUÉ, ALICIA?! ¿¡ES TU NUEVA FORMA DE TORTURARME?!

-¿Alicia...?

-¡Lárgate o mátame de una buena vez!- Gritó cayendo de lado, comenzó a golpearse en la frente entre el llanto.

Con rapidez me acerqué a él levantándolo por los hombros, Esteban estaba consumido en su propio dolor sin siquiera mirarme...así que me lancé a su boca para besarlo; no fue nada agradable al encontrarme con una boca seca y rasposa. Tampoco fue agradable sentir como comenzaba a llorar más fuerte e intentaba sacudirse para quitarme.

- Te amo, Esteban.- Trataba de traerlo a la realidad, a que yo no era un producto de su imaginación.

-Albert... ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste?

- Perdón... perdón... – Lo abracé a mí, pronto el hizo algo que no me hubiera visto venir jamás; me mordió el lóbulo de la oreja con los dientes.

-Necesito saber que eres real.- Me susurró.

Nuestros labios volvieron a unirse en un beso desesperado, la saliva era uno de los factores que menos me importaban en estos momentos; de un tirón quité su camisa de fuerza haciendo que sus manos me tocaran de arriba abajo con desesperación.

Arranqué su bata del psiquiátrico, encontrándome con que toda la piel del torso se apegaba grotescamente a sus huesos y que los brazos moreteados daban señales de la cantidad de medicamentos que le daban. Suspiro antes de bajar el cierre de mi pantalón, todas las manos le temblaban.

-Ya, ya.- Decía una y otra vez mediante se abría de piernas para que entrara en él.

No quiero seguir narrando más, puesto como se fue dando en vez de que la reconciliación fuera cálida y linda fue brusca, rápida y además desesperada.

Okey. Vamoh a aclarar algo que solamente los que leyeron esto más de una vez notaran :v 

En la versión original el lemon fue retierno y como otra narración hard donde se decían "te amo" y la chingada. 
Pero ahora que estoy editando me di cuenta que eso se ve muy tonto :'v 
Osea Esteban si está muy afectado, no puede recuperarse así de la nada. 
Tenía que ser algo no agradable; no es porque sea una floja ahre. 
Eso es todo, gracias por su atención, lo amoooooo
14/07/17

Sin pecado concebido (Yaoi)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang