Sin pecado concebido (Yaoi)

Capitulo 10: Una explicación.

"No tengas miedo de perder a quien no se siente afortunado de tenerte." 

Narra Albert.

Por primera vez desde hace mucho tiempo, me perturbaba verlo dormir; la escena de sus facciones cansadas y estresadas no era la mejor faceta en la que lo había visto; pero como lo amaba.

-Te amo...- Susurré en su odio

Lamentablemente, tenía que irme de su lado. Muchas personas me debían ahora una muy buena explicación respecto a todo.

Le coloqué lo mejor que pude la bata del hospital, intenté volver a ver si la camisa de fuerza aún podía volver a ponérsela...lamentablemente, había usado demasiada fuerza y esta estaba completamente rota.

-Voy a volver...- Le susurré antes de besar su cabeza y levantarme.

Cerré puerta lo mejor que pude, puesto que esta por la inminente fuerza también estaba mallugada y rota. Al lado de está me percate de una ficha pegada.

"Nombre: Esteban Valentines Moundiel.

Enfermedad: Esquizofrenia Paranoide."

Mi corazón se aprisiono contra el pecho enormemente, ni si quiera podía imaginarme por qué y cómo llego acá.

-El cielo y el infierno son unos malditos.- Habló Ellise desde tras mío. Ella estaba tan pacíficamente apoyada en la pared y los brazos cruzados, sus ojos brillaban aun en la oscuridad.

-No sé cómo paso todo esto...

-Creo que tienes que ir a ver a ciertas personitas.- Me sonrió acercándose a mi.- Por cierto, acabo de borrar toda la evidencia de las cámaras de seguridad; no por ayudarte...sino que ambos se nos va caer el teatro si nos ven.

-Supongo que gracias.- Suspiré caminando para la salida.

-Voy a ir contigo quieras o no...-Me advirtió antes de que ambos saliéramos del edificio. La noche ya había caído y el silencio sepulcral se hacía más que presente.

Ambos abrimos las alas antes de tomar el vuelo por lo alto en el cielo tomando un rumbo a Londres, Ellise solamente me seguía.

La fría ciudad de Londres pronto nos golpeó la cara siendo un ambiente mucho más congelado, pareciera que todo circulara de manera normal puesto que la gente llevaba su vida como si un demonio y arcángeles jamás hubieran luchado en medio de la ciudad. A pocos minutos pronto se alzó la mansión Valentines ante nuestra mirada y no dudamos en bajar un solo segundo.

Una recámara tenía la ventana abierta: mi antigua recamara de hecho. Los padres Valentines, no se encontraban en casa, solo Hugo...y Alicia, por lo que podía notar.

Bajamos silenciosos por la escalera hasta el comedor, la verdad es que sentía cierta nostalgia estar ahí entre esos muros. Asomé mi cabeza y noté a ambos mencionados comiendo en silencio.

-Hola...- Hugo dio un salto de susto mientras Alicia me veía sorprendida en cuanto hablé.

-Albert...- Habló ahogadamente Hugo. Él si me recordaba.

-¿¡Qué hacen aquí!?- Alicia azotó las manos en la mesa con pánico, aunque estaba fingiendo estar enojada.

- ¿No puedo visitar al Hermano de mi difunto novio?- Pregunté de inmediato y Hugo pareció sorprenderse. Tenía que controlarme para no arrancarle la cabeza; no había ayudado a su propio hermano.

-¡No tienes derecho a estar aquí, Albert!- Alicia gritó antes de saltar con alas en alto hacía mí, sin embargo Ellise se adelantó y la acorraló contra la pared; Alicia pareció quedar en shock.

-Ellise...- Jadeó mirándola con los ojos bien abiertos.

- Sigues viéndote tan preciosa y delicada como siempre, linda. Pero si te mueves te voy a lastimar.

- Tú eres cómplice...- Señalé a Hugo dando pasos lentos hacía él.

- No...- sus aceleraciones cardíacas aumentaban, estaba mintiendo; además que con terror buscaba donde aferrarse.

-¿Por qué eres cómplice de Alicia...? Estabas haciendo sufrir a Esteban...- Mi enojo aumentó ante mis propias palabras. - ¡¿Acaso no eres su hermano?!

La casa tembló ante mi grito, el cemento del techo echo tantito polvo sobre nosotros. Hugo retrocedió más.

-No... Yo...- Hugo parecía a punto de llorar y entrar en panico, no es comparación a lo que yo he llorado.

-¡No tienes derecho de...!- Empezó a protestar Alicia, sin embargo Ellise tapó su boca con su mano; Alicia parecía realmente indiganada.

-Silencio.- Le dijo Ellise calmada.

-Hugo... ¿Por qué?-Pregunté un poco más calmado.

- Ese día antes de que todo sucediera...- Su voz se fue rompiendo.- Alicia pasó a explicarme todo lo que estaba ocurriendo y estaba a punto de ocurrir; me dio dos opciones: Que fuera como lo demás y mi memoria pasara a ser borrada... o podía quedarme como su cómplice y ayudarla a terminar todo lo que ella empezó.

-¿Y? ¿¡Por qué carajos aceptaste la segunda opción?!

-Porque también me explicó que no podía ella con su propio arrepentimiento...

Realmente quedé sorprendido, había sacrificado su propio dolor y arrepentimiento por ayudar a Alicia; aun así quede muy insatisfecho por la respuesta.

- ¿Por qué nadie recuerda a Albert, Alicia?- Preguntó Ellise interrumpiendo el ambiente,

- Yo...- Alicia comenzó a hablar antes de callar y bajar la mirada no siendo capaz de mirar a Ellise.

- ¡¿Por qué mierda Esteban tiene Esquizofrenia ?!!- Las dos chicas se asustaron de mi reacción, ya que tome bruscamente del cuello a Hugo alzándolo unos centímetros del suelo.

- Albert...- Susurró Hugo, tratando de jalar aire a sus pulmones mientras sostenía mis muñecas. El aire poco a poco se le iba yendo.

- ¡Dime!

-Por tu muerte...