Capítulo 3: Control de la magia y...¿el amor?

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Happy pudo salvar la comida mientras ambos peleaban entre ellos hasta que el gato les dio un grito para que dejasen de armar tanto jaleo. Los dos dejaron de luchar para sentarse a comer, ninguno de los dos dijo nada durante los primeros minutos hasta que fue el dragón de fuego quien rompió el hielo.

  — Esto...la comida es deliciosa, no sabía que cocinabas tan bien— dijo casi en un susurro Natsu.

— Gracias...una siempre ha de estar preparada para los viajes y cocinar es fundamental para no estar débil y sin fuerzas en las misiones— comento ella dando un bocado a la carne de su plato.

— Lamento haberte gritado— se disculpo el joven sin mirarla.

— No importa, yo lamento haberte pegado, estaba pensando en algo y me distraje— esbozo una sonrisa para luego ambos echarse a reír.

Happy comía su pescado frito mientras las babas le caían en la mesa. Después de comer los tres descansaron un rato echándose una siesta, a Erza le costo dormir un poco ya que estaba acostumbrada a su cama pero la paz de la naturaleza era algo que no tenía en Fairy Hills.

Cuando por fin despertaron ya se encontraban comidos y descansados para poder llevar a cabo el entrenamiento, Erza llevaba unas dianas para ayudar a controlar la puntería del joven. Natsu por su parte se crujía los dedos listo para la acción, Happy se sentó en un tronco de madera para observar todo.

— Muy bien Natsu, estos serán los objetivos, usa escupitajos de fuego para darles— colocó diez dianas de madera algo ocultas para que resultase algo difícil.

— Entendido— Abrió la boca y disparo unas bolas de fuego que impactaron solamente en tres, el resto dieron en rocas muy lejos del objetivo.

Erza suspiro viendo los resultados, tan solo tres de diez, esperaba que solo fallara uno o dos.

— Y eso que están quietos, imagina que se moviesen, otra vez—dijo colocando tres dianas más.

Natsu algo molesto por no acertar volvió a intentarlo más veces, cada vez que parecía que acertaba fallaba más que la ocasión anterior. Erza estaba empezando a perder la paciencia y notaba como su cabreo iba en aumento.

— Ahora sí ya veras Erza— grito mientras cargaba la última bola de fuego.

Salio disparada de su boca pero con tanta fuerza que no calculó bien e iba en dirección a Erza quien al verla venir se transformo usando su armadura de fuego y con su espada desvió la llama en otra dirección.

— Natsu, ¿ya has terminado?— preguntaba el gato levantándose de su pequeña siesta en el tronco.

— ¡Happy cuidado!— grito el dragon slayer viendo lo que iba a pasar.

— Uahhhhhh— gritaba el gato corriendo de un lado a otro.

Al levantarse la bola impacto de lleno en él que vio como su cabeza estaba en llamas, Natsu agarro un cubo de agua y se lo echo por encima apagando el fuego.

— Gracias Natsu— dijo mientras se sentaba cansado de correr.

— Happy, mejor ves dentro de la casa— ordeno Erza.

El gato obedeció mientras Natsu realizaba estiramientos, la maga suspiro al ver que no ha logrado su objetivo.

— Lo lograre, estoy seguro— se dijo a si mismo.

— Te queda mucho, Natsu...tienes que controlar tu poder, se que no es fácil pero tu puedes lograrlo— se acerco al joven y le miro esbozando una sonrisa.

— Gracias Erza...voy a intentarlo un par de veces más— coloco las dianas y esta vez casi logra, acertó casi todas varias veces, trataba de controlar la cantidad de poder y la dirección.

Erza quedo impresionada del progreso del joven pero esbozo una sonrisa, estaba feliz de ver como mejoraba a pasos agigantados, el chico golpeo el suelo con su puño molesto, casi lo había logrado pero esa última fue muy alta. La maga se acercó hasta él y le dio una palmada para tratar de animarlo.

— Lo has hecho bien, ahora descansemos un poco y recupera poder, luego continuaremos con otro ejercicio— explico la maga mientras se sentaba bajo la sombra de un árbol.

Natsu algo molesto se sentó al lado de la maga, al final no resultaba tan mal entrenar con Erza aunque solo habían hecho más que empezar.

— Erza...lamento todo esto, por mi culpa debes pasar una semana conmigo y seguro que podrías estar haciendo mejores cosas que estar aquí— el chico cabizbajo jugaba con la hierba del suelo.

La joven vio el rostro arrepentido de su compañero, puede que haya sido muy dura con él todo este tiempo, puede que hubiera provocado destrozos pero también ha salvado muchas vidas, veía en él a un joven sin padres, sin hermanos pero con una familia, al igual que el resto de Fairy Tail y también ella.

— Me has salvado muchas veces la vida y la del resto de miembros, además me lo tomo como unas vacaciones— la joven empezó a hablar de su pasado y de todas las misiones que ha realizado.

Natsu la miraba a los ojos, pronto sus oídos dejaron de escuchar para centrarse en ella que contaba algo muy feliz aunque él no sabia que era. Se acerco un poco más a su compañera quien no se dio cuenta de ello.

— Recuerdo también cuando luchamos contra— pero se detuvo al ver a su amigo tan cerca.

Ella miro sus ojos al igual que él miraba los suyos, sentía la respiración de Natsu tan cerca y su corazón parecía salirse del pecho queriendo acercarse al joven. Cuando el joven se arrimo un poco más puso sin darse cuenta su mano en la de Erza mientras poco a poco se acercaba cada vez más, su cuerpo se movía solo, era como si no pudiera controlarlo.

— Erza...— susurraba él.

— Natsu...— ella se acerco un poco más.

Contra todo pronostico se acercaron hasta que juntaron sus labios, el beso duro unos instantes, quizás demasiado poco pero Erza se sintió en otro mundo, sentía mariposas en el estomago y el joven no sabía que hacer ni como reaccionar, era la primera vez que le pasaba. Para él siempre ha sido una hermana y compañera pero ahora, ahora sentía algo que no había sentido ni con Lucy.

Ambos no pudieron evitar sonreír por alguna razón, luego Natsu alargo los brazos y rodeo con ellos a Erza quien simplemente recibió  el abrazo.

— Erza yo...no se que decir— susurro mientras abrazaba más fuerte y hundía su rostro.

— No hace falta que digamos nada, esto es...natural entre dos personas— dijo al notar confuso al joven, sabía que Natsu era algo lento en el tema del amor.

Y allí se quedaron un rato más, ninguno se quería despegar del otro, era un entrenamiento de amor y ambos acertaron todas las dianas.

Continuara

Próximamente, Capítulo 4: Felicidad. 

El dragón y Titania (Narza)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora