Veintiuno

3.8K 437 98
                                    

P.O.V Donghae

- Cállate ya, odio tu voz - y es verdad, su voz es tan estresante que podría golpearla cada que hablase, ruedo los ojos cuando continúa hablando - HyukJae, ¿podrías decirle que se calle?

- Donghae, cálmate, acaba de empezar a hablar

- ¿Qué tienes en contra de mí? - pregunta ella poniendo toda su atención en mí - no te he hecho nada

- Ah no, solo besar a mi novio - le respondo sarcásticamente y escondo mi rostro al repasar las palabras en mi mente - a mi HyukJae - corrijo con el rostro aún entre mis manos

- Que asco, escenas de celos, mejor iré a buscar a alguien que esté bueno - IU se pone de pie y sale de la cafetería de la universidad, después de la junta hemos venido aquí a tomar un café

- ¿Tu novio? - escucho la risa de HyukJae y escondo aún más mi rostro, intenta separar mis manos de mi cara y después de un par de segundos de forcejeo lo logra.

Y aunque estamos en invierno siento mi rostro arder, desvío la mirada al piso, o a cualquier cosa que me pueda quitar la pena.

HyukJae me toma de las mejillas con sus heladas manos y alza mi rostro hasta cruzar las miradas, quita una de sus manos de mi mejilla y aprieta mi nariz para después besarme.

Se pone de pie y yo también lo hago, entrelazamos nuestras manos y caminamos hacia la salida de la cafetería, el frío aire choca con mi rostro que ahora ha cambiado de estar ardiendo a estar congelado.

Siento una incomodidad en mi parte trasera al caminar, pero la ignoro, pronto me acostumbraré de nuevo.

Caminamos por el campus tomados de la mano, balanceándolas de atrás para adelante como dos adolescentes enamorados.

Supongo que las noches de dormir junto a un suéter han terminado, que finalmente estoy de nuevo con mi otra mitad.

Sin necesidad de palabras caminamos juntos, felices y sin nada que temer, sin un incómodo silencio ya que junto a él hasta el ruido del aire parece hermoso.

Me parece aún increíble que me haya perdonado tan rápido después de todo el dolor que le ocasioné, pero se lo agradezco tanto ya que no podía aguantar ni una semana más sin él.

El dolor de no tenerlo junto a mí era tan fuerte que incluso Jessica decidió olvidar el tema.

Cuando llegamos a los dormitorios, exactamente al mío, nos detenemos fuera de él, aún tomados de las manos y sonriéndonos el uno al otro.

- Adiós - trata de dar media vuelta para caminar al suyo, se lo impido ya que seguimos tomados de las manos y de nuevo me mira.

Lo abrazo, fuertemente con miedo a que me deje solo, lo miro en medio del abrazo y nuestros rostros están tan cerca que me doy el tiempo de admirar sus facciones, sus rellenos labios entre abiertos que lucen tan irresistibles cada que los veo, su fina nariz y sus bellos ojos.

Dejo un pequeño pico en sus labios antes de abrir la puerta de mi dormitorio y entrar junto a él.

Lo conduzco hasta la cama en donde hago que se siente para después sentarme sobre sus muslos pasando cada una de mis piernas por cada lado de su abdomen.

Él une nuestros labios y yo acerco nuestros rostros más, succiono su labio inferior y él hace lo mismo con mi labio superior, nuestras narices estorban pero no son impedimento para continuar con el beso.

Levanto su sudadera para quitársela y dejarlo en una simple playera negra, su cuello blanco y sus pálidos brazos son descubiertos y resultan muy atractivos ante mis ojos.

Get some - EunhaeМесто, где живут истории. Откройте их для себя