Ayúdame a reparar tu corazón；YoonTae／TaeGi

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El día en el que YoonGi vio a TaeHyung por primera vez, fue cuando YoonGi solo llevaba dos semanas con dieciséis años.

Era sábado por la tarde y el cielo estaba un tanto nublado.

Solo por hacer la gracia, un amigo de YoonGi cuyo nombre a día de hoy sigue siendo irrelevante, le invitó a verlo rapear en una de esas "Batallas de Gallos", aquellas estúpidas batallas de rap en las que gana quién improvisa un mejor insulto.

Y solamente porque YoonGi no quería estar en casa, aceptó. Lo único que se interpuso en su camino era JungKook, que por aquél entonces era un mocoso feliz porque la vida aún no lo había jodido vivo.

JungKook lo amenazó con contárselo a sus padres si no le compraba su helado preferido en el camino. Con una cara de asco y una maldición hacia su persona, YoonGi aceptó antes de salir por la ventana. Cayó en la piscina, se cambió de ropa entre los arbustos del jardín y salió corriendo hasta la calle mientras se arreglaba el pelo y algunos detalles más.

Su cabello, que por aquél entonces era de color negro y menta debido a un problema con el microscópico bote de tinte negro, goteaba todo el rato, empapándole la espalda y amenazándole con pescar un resfriado.

A pesar de eso, YoonGi era demasiado "cool" para que le importase una mierda.

Tras cruzar tres calles distintas, YoonGi se reunió con sus amigos fumadores y juntos empezaron a ir hacia el lugar donde tendría lugar aquella batalla de rap.

Y que mejor lugar que en la parte más alta de una cuesta arriba llena de casas abandonadas y de deshechos.

Por suerte, YoonGi se las ingenió para que uno de sus amigos lo subiese a cuestas dentro de un carrito de la compra que mangaron meses atrás para poder transportar basura.

-¿Recuérdame por qué estoy haciendo esto..? - Le preguntó el chico que empujaba el carro sin aliento.

YoonGi, que se encontraba dentro de el mirando su Blackberrie y frunciendo los labios al leer tantos mensajes por parte de su mejor amigo, no le respondió.

En su lugar lo hizo un chico con el pelo naranja, cuyo apellido YoonGi cree recordar que era Choi.

-Porque le debes la vida entera, tío. - El que empujaba el carrito resopló frustrado, mordiéndose la lengua.

Aquello era cierto, YoonGi le dejó demasiado dinero como para que se negase a ser su perrito faldero.

YoonGi apagó su teléfono, harto de las llamadas de JiMin que por aquél entonces no hacían más que molestarlo e irritarlo, pues que JiMin se preocupase tanto por él, le irritaba de sobremanera.

YoonGi era un adolescente en plena edad del pavo, déjenlo con su rollo Badboy edgy total.

El caso.

Mientras que YoonGi y sus amigos subían la cuesta entre insultos y cigarrillos, TaeHyung se encontraba tumbado en su cama mirando el techo de su habitación.

-¿Qué mierda deben pensar las personas que són sordas de nacimiento? - HoSeok, que por aquél entonces llebava brakets y solo llevaba ropa siete tallas más grande que la suya, lo miró por encima de su revista.

-¿Perdona?

TaeHyung resopló, haciendo sonar todas las cadenas que llevaba puestas en el cuerpo.

Aburrido, TaeHyung sacó su lengua, dejando ver el pircing que hacía tan poco tuvo el valor de hacerse y se la mordió.

Cerrando sus ojos y volviendo a meter su lengua en su boca, TaeHyung estiró sus largos brazos encima de su amplia cama con una sábana de estrellas.