Capitulo 1

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Me encontraba en una nube suave y muy cómoda hasta que un horrible ruido hizo que saliera de mí sueño profundo, apague el despertador estirando mi brazo hacia el pequeño tocador que se encuentra al lado de mi cama; me senté en el borde de la cama tallando mis ojos, enfoque mi vista al pequeño reloj que indicaba 7:05 am, me levante de la cama para realizar mi rutina mañanera, es decir, lavarme los dientes, lavarme la cara y hacer mis necesidades.

Al terminar mi rutina, me vestí con el uniforme de la editorial donde trabajo, el cual es una camiseta roja con el logo de dicha empresa y junto con mi gafete, unos jeans azul marino y un par de zapatos casuales. Después de desayunar algo ligero, salí del departamento para dirigirme al trabajo.

Al llegar, logro ver a Rosalya que me saluda desde su puesto que es justo al lado del mío, me dirigía hacia ella hasta que alguien se atravesó en el camino; Carlos se encuentra de pie frente a mí con su sonrisa arrogante de siempre; es atractivo no lo negare, pero tiene una actitud un tanto molesta, es alto, de cuerpo fornido, tiene el cabello un poco largo, de color marrón y ojos de un bonito café obscuro, también tiene pequeñas pecas en el rostro; las chicas del trabajo se mueren por estar con él, pero no es sorprendente saber que a él no le interesa una relación seria, para el solo es jugar con los sentimientos un rato y la siguiente.

-Hola Maddie- dice acercándose para saludarme de beso, el cual rechace- ¿cómo te encuentras? - dice en tono burlón.

-Hola Carlos, pues me encontraré mejor si te quitas de mi camino- sé que es algo grosero, pero él es muy insistente al querer que le preste atención, pero no es así, no funcionara conmigo.

- ¡Uy! Que amargada como siempre- dicho esto se retira dejando libre mi camino.

El día fue algo pesado en la editorial, por suerte es viernes; Rosalya me ha invitado a comer y acepte gustosamente, pero con la condición de que yo pagaré mi parte, porque está pasando por un mal momento con su familia e incluso económicamente, prefiero ayudar tan siquiera en evitar que sus gastos sean mayores.

Después de haber comido salimos a dar una vuelta por el centro comercial, al observar que ya era hora de regresar a casa para descansar nos retiramos, lleve a Rosalya en mi coche a su casa; sobre mi coche, bueno no es muy lujoso, pero es cómodo.

Llegue a casa, que en realidad es un departamento no muy grande, pero acogedor, tiene una cocina amplia al igual que la sala, tiene 2 habitaciones y 2 baños. Al entrar observo el reloj que está en la parte superior de un estante de libros "7:00 pm", me dirijo a mi habitación para ducharme y cambiarme a algo más cómodo, al estar lista escuche en mi celular una llamada entrante, es Rosalya.

- ¡Hey Maddie! - dice con voz entusiasmada- alístate que saldremos.

-Pero Rosalya...- me interrumpe en el momento.

-Nada de peros ¡saldremos, quieras o no! - mire el reloj del tocador.

-Rosalya son las 7:45pm- dije sin ánimos.

-Mejor aún- dijo con sarcasmo- vamos Maddie, por favor hay que salir, ¿siiii? - dijo suplicante.

-Bueno...- escuche un grito del otro lado de la línea- okey, pero no me dejes sorda.

-Lo siento- dice riendo- es que es sorprendente que quieras salir de tu cueva de oso en fin de semana- siguió riendo.

-Aprovecha a esta Maddie por hoy porque será la última vez que sucederá esto- dije un poco seria- y bueno, ¿a dónde iremos?

-Pues hay un bar-karaoke que me dijeron que está lindo para pasar la noche- se quedó callada un momento- pero si me quieres acompañar a un antro, por mí no hay problema.

-Ok bar-karaoke, ¿pero no se que ponerme? - dije checando mi armario.

-No te preocupes ¡voy en camino, llego en 10! - no me dejo responder y colgó.

Bueno supongo que tendré que esperarla; apenas me había recostado unos cuantos minutos y en eso escucho el timbre, vaya sí que llegó rápido; me levanto y me dirijo hacia la puerta, al abrirle la vi con un maletín en su mano derecha, supongo es maquillaje y en la otra mano varios conjuntos de ropa.

(...)

-Muy bien- dijo entrando sin que le diera paso, ¡ay esa mujer! - vamos a ver que te pondrás- dijo entregándome toda la ropa.

Me probé todos los conjuntos que traía Rosalya y ya me estaba hartando de estar probando vestidos, faldas, etc.

- ¡Qué bien! ya solo queda este último- dijo con sarcasmo y entregándome el último vestido.

Fui al baño para vestirme, termine de probarmelo y me mire al espejo de cuerpo completo; es un vestido lindo, está a unos 4 dedos arriba de la rodilla, tiene vuelo al final, es con unas mangas un poco holgadas, con estilo strapless, blanco y con pequeñas flores negras al borde, no es ni muy formal ni muy informal, me gusta, este será el elegido.

Salí del baño encontrándome a Rosalya recostada en el sofá, al acercarme voltea y me observa detenidamente por unos segundos.

-Este me gusta- dije mirando el vestido con una sonrisa en el rostro.

- ¡Aleluya! - dijo Rosalya alzando los brazos al aire- ese se te ve precioso.

Al terminar de alistarnos, al decir alistarnos me refiero a que Rosalya terminara de alistarse, lleva un vestido negro algo ajustado a su cuerpo y mucho más corto que el mío, su cabello gris-perlado suelto con un alaciado perfecto.

-Te vez hermosa, Rosa- dije sinceramente.

-Gracias, tu igual de preciosa- me guiña un ojo- será mejor que ya nos vayamos antes de que se haga más tarde, porque la anciana de Maddie tiene que llegar temprano- dijo burlándose.

- ¡Oye! no soy anciana- dije riendo- tengo 26 años no 74.

-Lo sé, pero actúas como si los tuvieras- nos miramos y reímos, después salimos de casa para dirigirnos al lugar.

Un viaje sin rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora