Capitulo 2

76 8 0
                                    

Al llegar observe el lugar, es lindo; en la entrada hay un cartel con luz led que dice "bar-karaoke el secreto", nos adentramos en el lugar ¡vaya! no creí que hubiera bastante gente; encontramos una mesa que se encuentra entre un escenario y una pequeña pista de baile.

- ¡Hola! Bienvenidas al bar-karaoke "el secreto", ¿les gustaría ordenar algo? - dice un chico que no me había percatado de su llegada a la mesa.

-Gracias, para mí una cerveza, por favor- dice Rosalya mirando la carta y después al chico.

- ¿Y para ti? - dice mirándome.

-Para mí una limonada está bien, por favor- al terminar de decir el chico lo apuntó en su libreta que lleva en mano.

-Aguafiestas- susurra Rosa, le doy una mirada de pocos amigos.

-Muy bien, ¿algún aperitivo? - dice y nos mira a ambas.

-Si claro, unos nachos y papas gajo, por favor- responde Rosalya.

- ¿algo más? - espera atento.

-no gracias, con eso estamos bien- respondo.

-Ok, enseguida los traeré- y se retira.

Después de que el mesero nos trajera la orden comenzamos a charlar de temas alternativos, hasta que Rosalya mencionó algo que se me hizo raro.

-Maddie ocupo decirte algo...- dice un poco dudosa.

-Sí, claro dime- me ve directamente a los ojos.

-Me van a desalojar del departamento- dijo con la cabeza gacha- y a lo mejor me iré a vivir con mis padres.

- ¡No!, ¿Rosa es enserio? - dije sin creerlo, ya que sus padres viven en otra ciudad, bastante lejos de aquí.

-Si- dijo con voz triste.

-Piénsalo bien Rosa, no te precipites en la decisión- dije desanimadamente- ¿cuánto tiempo te dieron para desalojar?

-3 semanas- mientras miraba un punto fijo tratando de analizar todo esto, hasta que Rosalya me sacó de mis pensamientos- Maddie, ¿te encuentras bien? - me miro preocupada.

-Si, solo pensaba- y en eso se me vino una idea a la mente- Rosa - digo con una gran sonrisa en el rostro, Rosalya me mira extrañada- puedes venirte a vivir conmigo, hay una habitación extra en casa y sirve que me haces compañía- dije entusiasmada por pensar en ello.

- ¡No, cómo crees! - dijo penosa.

- ¡Si! vente ya sabes que los gastos no son muchos- dije ansiosa.

-Bueno puede ser, pero necesito comentarle a mis padres.

- ¡Siiii! - dije alzando mi bebida al aire para brindar.

- Vaya Maddie ¿Es una nueva fase tuya que paneas está saliendo a la luz? - rie al momento.

-Al parecer sí- me uní a su risa.

NARRA CARLOS.

Me encuentro en mi casa recostado en el sofá de la sala viendo la televisión, en ese momento vibra mi celular en bolsillo del pantalón.

- ¿Bueno? - dije al descolgar la llamada.

- ¡Hey! ¿A qué hora piensas venir por mí? - escuche un gruñido al otro lado de la línea; me fijo en el nombre del contacto.

-Perdón hermano se me olvido que ahora llegabas- dije recordando que tenía que ir por él al aeropuerto-Ya voy para allá- tome las llaves de mi coche.

-Muy bien, te espero - no me dio tiempo a responder y colgó.

¡Uf! que pesado es este hombre; me subí al coche y arranque en dirección al aeropuerto, mi coche favorito, por cierto. Al llegar al aeropuerto me mantuve buscándolo con la mirada en las entradas, hasta que escuche la puerta del copiloto se abre de golpe, gire rápidamente la cabeza para ver quién era.

- ¡Tarado me asustaste! - dije tomando mi pecho dramáticamente.

-A mí también me da gusto verte- dijo sarcásticamente.

- ¿Cómo estás, Nethan? - dije estrechando mi mano con la de él.

-Bien, solo que el viaje fue largo- se acomodó en el asiento del copiloto.

-Qué bien, ¿qué te parece salir a festejar tu llegada? - lo volteó a ver.

-Si porque no, pero algo tranquilo, no tengo ganas de mucho argüende- dijo con voz algo cansada.

-Muy bien, ¿qué te parece un bar-karaoke? No está muy lejos- continúe manejando a casa para dejar su equipaje.

-Me parece bien.

Al llegar a casa dejamos el equipaje y nos dirigimos para salir al bar-karaoke.

NARRA MADDIE.

Después de unas cuantas cervezas y shots de tequila Rosalya se puso en ambiente, mientras tanto yo con unas cuantas margaritas y otros cócteles le hice segunda bailando y cantando en la pequeña pista, no soy muy buena bailando, pero hago lo que puedo; toda la gente ya se encontraba bailando en la pista, me agoté de bailar así que decidí ir a la mesa a sentarse y pedir otra bebida.

Ya con mi bebida en la mesa me dediqué a observar a las personas, en eso volteo a la entrada y justo allí se encuentra Carlos entrando ¡genial! pensé sarcásticamente, pero en eso note que no venía solo, tras él se encuentra un hombre bastante atractivo, tiene el cabello castaño, un cuerpo fornido, no pude notar de qué color son sus ojos, ya que está un tanto oscuro el lugar y solo hay luces de colores, tiene una ligera barba que lo hace ver más varonil, en ese momento encontró mi mirada y así nos mantuvimos unos segundos hasta que Carlos se le acercó a decir algo y se fueron a una mesa que se encuentra al lado contrario de la mía. Su mirada es muy cautivante y atractiva, lo observe detenidamente unos segundos, pero en eso llega Rosalya obstruyendo el encantador paisaje.

- ¿Oye ya es noche, quieres irte a casa? - me dijo con voz agitada.

-Si quieres- me levanté de mi asiento y tomé el bolso pequeño que llevaba.

- ¿Y eso? ¿Qué tienes? - me miró extrañada.

-Nada, ¿porque lo preguntas? .

-Mmm, olvídalo ya vamos a casa- tomo su bolso y nos retiramos del lugar, pero antes de eso volví a verlo por última vez desde la entrada y cruzamos miradas de nuevo pero duró muy poco, sentí una extraña sensación en mi cuerpo, en eso Rosalya me llama.

- ¡Hey! ¿Ya vienes? - ¡vaya! no me di cuenta que ya había llegado al coche.

Un viaje sin rumboWhere stories live. Discover now