Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)

Capitulo 28

Capitulo Editado 

Killian

Siete meses de embarazo

La amenaza de los Ángeles Kings sigue, pero no como antes. Decidimos hacer una fiesta para Eros y Deo. Mi bella decidió llamar así a los dos. La prima de Bella también vino a vivir con nosotros por protección. Asim volvió a su taller; Asink se fue del club a conocer el mundo; Sarah y Marlene esperan un bebé; Cain conoció a una chica; Seth sigue siendo el mismo mujeriego de siempre, y Seinn está en una nueva misión. Sam es el mismo, no puedo decir mucho de él.

Miro a mi bella esposa con un vestido floreado que me encanta.

—Vida, ayúdame, no puedo prenderlo —me dice haciendo un puchero. Me acerco a ella, aparto su cabello de su cuello y la beso.

—Te amo, mi Bella —le digo mientras subo el cierre del vestido, le abrazo por detrás y pongo mis manos en su enorme vientre. Ella se da la vuelta.

—Te amo, mi Killian —me dice mientras que pone su brazo alrededor de mi cuello. Se acerca a mí y me da un profundo beso que hace despertar a mi "amiguito.

—Bella, tenemos que ir a la fiesta —le digo jadeando mientras que ella toca con una mano a mi "amigo".

— ¿Tenemos que ir? —pregunta con un puchero. Yo asiento.

—Sabes que sí, Bella, es tu fiesta y la de Eros y Deo —le digo. Ella nuevamente rodea su mano en mi cuello y asiente.

—Después te voy a dar tu recompensa —susurra en mi oído en forma sensual.

—Bella, no hagas eso; o si no, no vamos a salir de la habitación —le ruego poniendo mi mano en su cintura.

—No quiero salir —susurra en mi oído. Agarro la mano de Bella y nos dirigimos hacia la fiesta, aunque mis ganas de hacerle mía tengo un montón, no me faltan. Sacudo mi cabeza ante los pensamientos pervertidos que tengo. Una vez en la fiesta, todas las mujeres le entregan regalos y felicitan a Bella, tocan su panza; los hermanos solo saludan y nada más. Agarro más a Bella para que no le suceda nada de nada.

Horas después

Estoy pendiente de Bella, todo el tiempo que necesita; si quiere ir al baño o qué quiere comer. Siento un líquido blanco pasar por mis botas y miro a Bella que hace una mueca.

—Bella, te hiciste pipí, ¿quieres ir a cambiarte? —pregunto en su oído.

—Killian, rompí fuente —dice entre dientes. Por el dolor que siente, abro por completo los ojos y veo todo negro.

Huelo un olor asqueroso y me despierto.

—Hermano, tu mujer está dando a luz y tú haciéndote del marica. Anda rápido a la sala de parto —dice Asim. Me paro rápido, voy corriendo a la sala de parto. Miro a Arlette llorando y gritando. Me mira y le dice algo a la enfermera.

—Señor, ¿es el padre? —pregunta. Yo asiento. Me entrega una bata azul y entro; me acerco a mi Bella y me pasa su mano. La beso en la frente.

—Tú puedes, Bella —le digo con una voz tranquila.

—Vamos, mami, ya veo la cabeza del pequeño varoncito —dice la doctora. Bella se anima a pujar de nuevo y sale Eros.

—Otra vez, mami, falta el otro varoncito —le dice de nuevo la doctora. Después de tres horas más sale el pequeño Deo.

—Estoy cansada —dice Arlette, mientras cierra los ojos.

—Descansa, Bella, yo cuido a los pequeños —le digo. La enfermera se acerca con los pequeños.

— ¿Quiere cargarlo? —me pregunta. Yo asiento, feliz. Cuando cargo a Eros veo que se parece más a mí, y cuando alzo también a Deo, veo que se parece a mi Bella.

—Tengo que cambiarlos. Los llevaremos a la sala de maternidad —dice la enfermera.

—Está bien —le respondo. Miro a mi Bella que está dormida.