Hyejoo había salido de sus clases de danza y se dirigía a una tienda de convivencia para comprarse algo de comer; se encontraba hambrienta y totalmente cansada. Si bien bailar era algo que la apasionaba, desde el fondo de su corazón, se sentía cansada de la misma rutina día a día. Necesitaba que algo pasara, no sabía bien qué, pero algo debía pasar. Algo riesgoso, fuera de lo normal, que la haga sentir viva de una vez. Y, como si le estuviesen leyendo la mente, mientras comía una sopa instantánea en una de las mesas de la tienda, un chico se le acercó y se sentó al lado de ella, parecía inofensivo, o eso pensaba.
— Hola.— habló el chico, por su acento Hyejoo logró descifrar que no era coreano en lo absoluto. Y cuando lo vió, lo confirmó.— Sos Hyejoo, ¿verdad?
— ¿Cómo sabés eso?— preguntó con el ceño fruncido.
— Soy Sicheng, amigo de Yuta.— la expresión de Hyejoo cambió totalmente. Pasó de verse extremadamente sería a ser una de las personas más felices. ¡Al fin estaba conociendo al tan famoso Sicheng!
— Oh, ¡es un gusto Sicheng!— dijo sonriente.— Yuta me ha hablado mucho de vos.
— ¿En serio? eso es bueno, él también me habla de vos.— la chica lo miró con una expresión de sorpresa mientras se apuntaba a sí misma con el dedo índice.— Exacto, sos muy importante para él, ¿lo sabías?
— No, creo que no.
— Bueno, ahora lo sabés.— ambos quedaron en silencio hasta que Hyejoo se terminó su sopa.— ¿Harás algo ahora?
— ¿Por?
— Quería invitarte a tomar un helado, o algo así.
— Es que ahora tengo... ¿Sabés qué? vamos.— los dos salieron de la tienda y fueron directo a una de las heladerías favoritas de Hyejoo. Para su sorpresa, habían conectado muy bien, tenían muchas cosas en común, y ella tenía muchas ansias de pasar más tiempo con él y Yuta.
— Sicheng.— lo llamó mientras esperaban ser atendidos.— ¿Por qué no estás yendo al colegio? Yuta estuvo muy preocupado por vos.
— Lo sé, y pienso compensarlo. Quería conocerte primero así le hacía una sorpresa, supuse que eso lo haría feliz, ¿no?— ella asintió.— Y estuve faltando por unos problemas familiares que tuve, no sé si él te habló al respecto.
— Dijo unas cosas, pero nada en concreto.
— ¿Por ejemplo?— Hyejoo iba a contestarle, pero fue interrumpida por la chica que se encontraba detrás del mostrador.— ¿Qué sabores querés?
— Frutilla y uva.
— Que rara combinación.— le dijo el Chino al oído, para luego darse vuelta y hacer los pedidos. Cuando ambos tenían sus helados en mano, subieron por unas escaleras llegando al segundo piso, donde nunca hay nadie.— ¿Qué te dijo Yuta sobre mí?
— Que eras su mejor amigo, y que tu hermana murió en contextos extraños.— suspiró.— Y que te echa de menos.
— ¿Deberíamos invitarlo ahora?
— ¿Querés que le hable?— él asintió. Hyejoo sacó el celular del bolsillo de su campera y fue directo al chat del japonés.
Oli🐺 Yutaaaa Hola, estás disponible ahora? Necesito que hablemos
Nakamoto Te pasó algo? Respondeme!! Dónde estás?
Oli🐺 No, tranquilo Estoy con alguien, dice que quiere arreglar las cosas con vos
Nakamoto Con quién?
Oli🐺
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Nakamoto Qué hacés con él?
Oli🐺 Solo pasó, acabo de conocerlo, es amigable Queremos que estés acá con nosotros
Nakamoto Mándame la dirección Ahí voy Tené cuidado, por favor
