xiii. poison and wine

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Al principio de la relación, ninguno de los alumnos de Hogwarts se lo creían; pensaban que era una mala jugada de su vista, pero no era así. Incluso a los tres únicos amigos de la reina de las serpientes les cayó como un balde de agua fría.

Artemisa no era receptiva con Tom, mucho menos él era paciente con ella aunque podían fingir muy bien frente a toda la comunidad escolar, incluso los profesores se creyeron el cuento. Principalmente el profesor Slughorn, quien siempre sospechó que terminarían juntos mientras que Dumbledore no se lo tragaba pero no hacía comentarios al respecto, no era algo que le incumbiera.

Esta vez, la pareja de Slytherin estaban frente a un muro vacío pero Artemisa sabía que había detrás de esa invisibilidad al igual que Tom, quien es el que la usa.

El chico pasa tres veces frente a la pared, pensando en la habitación que requería. Entró primero él y detrás iba la castaña, si bien pensó que sería la habitación que usaba con sus seguidores, se equivocó. Está ahora lucía como una habitación normal, como una sala de una gran mansión, tenía una mesa corto con dos sillas, un librero que se expandía por toda la pared su lado izquierdo y un poco lejos de ello, estaba una chimenea con el vivo fuego, y cerca dos grandes sillones de cojín verde.

Aunque nunca lo admitiría a voz alta, el azabache tenía un buen gusto en lo que sea y chasqueo la lengua como un gesto de decepción. Y sin esperar a que el susodicho le dijera algo, camino derecho a uno de los sillones, colocando sus pies sobre las agarraderas y su espalda en la otra para ver el fuego.

Mientras tanto, Tom, tomaba asiento en el otro asiento, y sin quererlo, observaba a la chica. Noto algo que nunca había visto, y detrás de la oreja derecha, casi donde comenzaba el cabello, se marca una cicatriz en línea recta que era detenida de verse por el cuello de la playera. ¿Es verdad toda esa historia sobre la guerra?

— ¿Es cierto que lo primero que pensaste fue en Hogwarts? — cuestionó el azabache, jugueteando con su anillo.

Artemisa alzó una ceja, y cambió su mirada del fuego al chico de plata, ¿de verdad quería sacarle conversación que no sean órdenes? Sin duda, el chico era bipolar para ella, más nunca se atrevería a decírselo en la cara.

— No exactamente en Hogwarts — responde la castaña — Creo que todo tiene que ver con que yo ya esperaba la muerte — analiza la última escena cuando estaba luchando con Delphini — No tenía miedo, sin embargo, recordé todos aquellos momentos con mi familia, más que nada con mi prima quien la consideraba mi gemela del alma — se ríe ante eso, porque eso era verdad, no consideraba como alma gemela a ningún hombre porque ninguno podría llenar el lugar de su prima Arabella — Y creo yo, que la vida me quiso regalar una segunda oportunidad, de tener aquel destino mejor del que me tocó aunque difiero un poco, ya sabrás por qué — se burla y hace un gesto de restarle importancia con su mano.

Sin embargo, Tom procesaba todo lo dicho por la castaña, sin saber que ella era la que ahora lo miraba detenidamente. No sé sentía en confianza, tenía miedo de hacer algo mal y que Tom actuara de otra forma, el tipo tenía entrada para ser un psicopata de por vida, y ella seguía sin descubrir con que fin la mando McGonagall al pasado.

Tom no comprendía como Artemisa ingreso a Slytherin teniendo esa clase de mentalidad. ¿Rendirse? Un Slytherin buscaba como salir sin ninguna herida de cualquier situación, pero teniendo en cuenta, que si la chica verdaderamente lucho dentro de la guerra y perdió a toda su familia, y logro sobrevivir, habla mucho más.

— ¿Y en verano que harás? — pregunta está vez, después de analizar la situación de la chica — Eres huérfana, ¿no? —

Artemisa viro su mirada al fuego, pensando una respuesta convincente, no para él, sino para si misma.

— Creo que iré al Caldero Chorreante, o empezar a conseguirme... — dejo de hablar, no sabiendo que decir, empezó reírse suavemente — Uy, me has atrapado, la verdad no tengo un plan de respaldo. Mi hogar fue quemado para que nadie lo tomara, no tengo familia aquí — se encoge de hombros y decide poner sus piernas en la silla, colocando sus rodillas hasta su pecho y colocando su barbilla arriba de estas, dirigiendo su mirada al azabache — Es la primera vez en mi vida que no he planeado con anticipación — admite sin rechistar.

— Tal vez, podrías ir conmigo — suelta el azabache sin miedo, levantándose de su asiento — Tengo algunas cosas que hacer este verano y pensándolo bien, me serviría algo de compañía — dice mientras buscaba algún libro para matar el tiempo que estaría en la sala.

Isa iba abrir la boca para reclamar que no es el perro de nadie, pero antes de soltarlo, analizó la situación y deicidio que la usaría para su provecho, y sonrió cuando este giro sobre sus talones, encarándola.

Puso sus pies sobre el suelo, sin hacer demasiado ruido, y se levanto de esté con su cuerpo yendo a Tom, tomándolo por sorpresa. Y es que la chica ya se canso de esperar a comenzar su plan. Sin dudarlo, rodeó el cuello del chico con su brazos y apoyó su cabeza sobre el pecho del chico. Percibía los latidos calmados del slytherin, sorprendiéndola. Tom en cambio, no hizo nada, más que poner los brazos a los costados, en completo asombro.

— Gracias — le dijo la castaña en esa posición.

— No es nada — es lo que logra decir antes de deshacer de los brazos de Artemisa con su mano derecha, la cual estaba libre, y sigue andando hasta el sillón para disgustar del libro.

Mientras que Artemisa sonrió de medio lado, si el plan no iba hacia ella, ella iría hasta el. No esperaría a que las cosas estuvieran a su favor, ella haría que lo estuviesen aunque las probabilidades sean ceros. No haría nada en vano. Respiro hondamente y también se acerco al librero en busca de algo, y Tom, él seguía recordando aquel momento extraño.














I'M BACK.

camouflage | tom riddleTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon