Just For You [Minsung]

[8]

Después de escuchar el nombre de mi platónico, me desesperé y empecé a intentar sacarme la cadena del cuello.

Pero un hombre vino, lo primero que hizo fue golpearme hasta quedarme inconsciente.

Cuando desperté, tenía 4 hombres enfrente, y un encadenado.

Era Jisung.

– ¡Minho!– Gritó, intentando acercarse pero otros lo agarraron con fuerza. Lo miré y con una leve sonrisa le hice ver que estoy bien. O eso creo.

Me pregunto qué tiene que ver él con mi Jeonginnie.

En ese momento no me importó mucho, solamente me interesaba saber dónde estaba mi hijo.

– ¿Y mi hijo?– Miré para todos lados, y nada.

Ese lugar no tenía ventanas, solamente una puerta, una mesa y una silla.

Estaba sediento, hambriento, angustiado, necesitaba ver a mi hijo e irme de ese lugar.

– Lo regresamos a tu casa, se quedó con una señora, no nos interesó ya que no tenía información suficiente.– Respondió un hombre vestido de traje amablemente.

– Bueno, ¿cuándo me sueltan?– No iba a decirles el paradero de Jeongin, no hasta hablar con él.

– Los soltaremos a los dos...– Comenzó Changbin.– cuando nos digan dónde se encuentra Yang Jeongin en este momento.

– Bueno, yo no sé ni siquiera quién es– Explicó Jisung.– Es más, nunca escuché su nombre.

– ¿Ah no?– Le acercó una foto.– ¿Y quién es el que está con él?

Estuvo mirando esa fotografía por unos segundos, hasta que comenzó a reír.

– Dios mío– Volvió a reír– ese chico no tiene ni un parecido a mí, se llama Lee Jae Hyejong.

– Ahora que lo veo, señor...– Comenzó un secretario, de pequeña estatura, vestido de traje también.– no es ni un poco parecido a este chico

– Maldita sea– Tiró la fotografía con enojo– bien, quedan libres. Pero juro que si le dicen a alguien de esto, los encontraremos aunque se vayan al fondo del océano, y los mataremos.– Terminó.

El que me respondió amable me soltó rápidamente, creo que estaba preocupado por mí ya que me estaba ahogando con esa cadena.

– Tranquilo, bonito, ya vas a salir.– Me susurró y pronto me soltó.

Jisung vino corriendo hacia mí con desesperación.

– Minho...– Me abrazó fuertemente– No puedo creerlo, con razón no contestabas mis llamadas. Me preocupaste– Unas lágrimas cayeron hasta llegar a su mejilla.

– Tranquilo, Sunggie, estoy bien.

Me estuvo abrazando hasta que salimos.

El chico amable, que se llama Chan, nos llevó hasta mi casa. Ya que el lugar en donde nos tenían encerrados era en medio de un campo.

Llegamos a casa, no sé de dónde saqué las fuerzas para ir corriendo hasta adentro y buscar a mi hijo.

Ahí estaba él, con mi hijo en brazos.

Ahí estaba al que tanto buscaron.

Ahí estaba el líder de una mafia.

Ahí estaba el amor de mi vida.

Ahí estaba Yang Jeongin.