I2

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Encogí mis hombros ante su pregunta.ㅡ No lo sé, podrías hablar de algo más allá de este lugar, ya sabes..., ¿de la vida cotidiana?ㅡ comencé a decir poco segura.

ㅡ Lo siento, pero no soy capaz de encontar nada relacionado con la vida cotidianaㅡ, murmuró justo después de abrir sus ojos tras un pestañeo pausado.

ㅡ Hmm... te lo puedo enseñar, ¿tienes una hoja y algún bolígrafo?

Félix asintió, sacando del bolsillo de su bata blanca un bolígrafo azul y una hoja de papel algo arrugada.

Empezé dibujando una gran montaña, las cuales se podían ver desde la ventana de mi casa.

ㅡ Estas se llaman montañas, son muuuy altas y hermosas...ㅡ dije señalando el dibujo.

El pecoso frunció el ceño agarrando el pequeño papel, y tras unos segundos observando el contenido de este murmuró:

ㅡ Creo que... recuerdo...

Escasos segundos después de aquello, una gran luz emanó del cuerpo del muchacho, haciéndome retroceder lentamente.

ㅡ Félix..., ¿estás bien?ㅡ Murmuré tratando de extender mi mano en forma de ayuda, pero la intensidad de la luz cada vez era mayor, haciéndome retroceder a la par que apretaba los ojos.

De un momento a otro, un pitido ensordecedor llenó el lugar.

ㅡ ¡HaNeul!

Cuando quise abrir los ojos, pude observar a Hyunjin con el puño levantado acechando el rostro del pecoso, el cual estaba casi sin conocimiento en la cama.

ㅡ ¡Basta Hyunjin, joder!ㅡ Grité agarrando su puño. Hyunjin se giró hacia mí con una expresión confusaㅡ. Dejale, ¿sí?ㅡ Dije esta vez más calmada.

Hyunjin bajó suavemente el puño y dejó salir un pesado suspiro. Se dió la vuelta y volvió al armario no sin antes dirigirme un extraña mirada. Cuando le escuché bajar el último peldaño suspiré y me acerqué rápidamente a Félix.

ㅡ Félix...ㅡ dije golpeando suavemente su rostro.

Sus ojos estaban abiertos, mirando algún punto perdido en el techo. Me fijé en ellos; su color azul como el cielo los hacía brillar de manera preciosa.

"Espera... ¿Sus ojos antes eran de este color?" Pensé extrañada.

En mis recuerdos, Felix poseía un color de ojos oscuros, algo así como un color madera.

En ese momento, llegaron a mi mente todos los comentarios de los chicos.

"Creo que Félix se merece otra oportunidad..."

Me acerqué a él y divisé el pequeño interruptor situado tras su oreja. Lo pulsé. Félix cerró los ojos, a los escasos segundos se volvió a iluminar y una grave voz sonó de su interior:

ㅡ El prototipo siete, Félix, se está encendiendo.

Felix abrió los ojos y formuló una hermosa sonrisa en su rostro, levantándose de la cama y abrazándome fuertemente.

¿ERES TÚ? ꜝꜝWhere stories live. Discover now