Cap 2 (El roce)

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-No te queda nada mal-dijo sin dejar de mirar la camisa sobre mi cintura.

Me miro a los ojos y me sonrió. Yo la mire y me fije que tenía unos ojos preciosos. Luego solo me podía fijar en su aro de la nariz y lo bien que le quedaba. 

Después aparto la mirada y levanto un skate con una mano.

-¿Qué te parece? ¿Te gusta?

-Sí, es bonito.

-Me alegro, porque va a ser para ti.

-¡Que! Yo no sé montar.-le dije con los ojos abiertos como platos.

-Ya me lo imaginaba, por eso yo te voy a enseñar.

-Estás loca.- le dije riéndome y sin poder dejar de mirarla.

Me cogió de la mano y me llevo a los vestuarios.

-Entra dentro y no salgas, en seguida vengo con ropa.

-No necesito ropa.- le dije.

-Si te voy a enseñar a montar, no puedes ir con esos pantalones que llevas hoy y estoy segura que toda tu ropa es así.-dijo mientras me hacia un repaso con la mirada de arriba a abajo. 

Cerró la cortina y se perdió entre los pasillos.

 Pasados unos diez minutos volvió con un montón de ropa. Me probé todo lo que trajo y no pare de reírme junto ella. 

 Al final de todo lo que me trajo, me quede con un look, que si me llego a gustar más de lo que yo me imaginaba. Era una camiseta de tirantes de la marca Obey, unos vaqueros cortos con la camisa que hizo que me temblaran las piernas, unas zapatillas Nike y por ultimo una gorra hacia atrás. Aunque esto ultimo le gustaba más a ella como me quedaba que a mi. Fuimos a pagar y vi que la cajera no paraba de hacerle ojitos a Raquel. Salimos y nos despedimos, ya que ella había quedado con su madre. Le di las gracias por todo, me dio las bolsas de la ropa y el skate. Me dio dos besos que sinceramente y no sé por qué me supieron a poco y desapareció. Cuando llegue a la residencia me pregunte si ella viviría aquí o con su madre. Como iba pensado en mis cosas me choque con un chico muy mono.

-Lo siento no te había visto.- le dije mientras le miraba a los ojos. 

-Tranquila yo tampoco te había visto.- dijo con una sonrisa tímida.

Nos quedamos un rato mirándonos y de repente él se presentó.


-Por cierto soy Lucas.-me tendió la mano

-A si claro, yo soy Laura.- le dije mientras se la estrecha 

Como parecía majo  aproveche la oportunidad para preguntarle por Raquel, ya que el igual sabia si ella vivía aquí. 

-¿Tu no sabrás si Raquel vive en la residencia verdad?

-Mmm... no sabría decirte porque hay muchas Ranqueles.-me respondió mientras se el escapaba una carcajada. 

- Espera que tengo una foto que me hecho con ella y así igual sabes quien te digo.-dije mientras sacaba mi móvil. 

-Si ahora ya se de quien me hablas. Pero siento mucho decirte que no vive aquí.

-¿Entonces vive con su madre?- pregunte con media sonrisa por la decepción de que no viviese en la residencia. 

-Con su madre, jajá que graciosa. Su madre y ella no se llevan muy bien o por lo menos eso me han contando. Vive con su padre aunque el ahora esta en la otra parte del mundo. 

-¿Y tú sabes por qué se lleva mal con su madre?-fue lo único que me salio preguntarle. 

-Lo siento pero eso solo lo pueden saber Hugo y Marco. Y como te veo con cara de querer esa información te voy a dar el número de la habitación de Hugo. Es la 126 allí les encontraras a los dos.

-vale. Gracias Lucas.

Estaba delante de la habitación 126 y mi cabeza aún tenía dudas de si estaba haciendo lo correcto.Pero tenía la necesidad de saber porque no se llevaba bien con su madre. Llame a la puerta y me abrió Hugo.

-Hola Laura. ¿Qué haces aquí?- me pregunto con una sonrisa de oreja a oreja. 

-Quería saber si me podrías decir donde vive Raquel, porque ya me han dicho que no vive con su madre, porque se llevan mal y también sé que en la residencia tampoco.- cambie la pregunta que en realidad quería hacerle porque sabía que el no me la iba a responder. 

-Ya eso es porque tiene su propio apartamento cerca del  centro.

-¿Vive sola?-pregunte sorprendida. 

-Si, por lo menos desde que su padre se fue. 

-Dame su dirección

-No creo que sea una buena idea, no le gusta que la gente vaya a su casa. 


-¡Hugo dámela!- le medio grite para imponerme y que me hiciese caso.

Al final conseguí su dirección y decidí ir a su casa por la mañana. 


Siento mucho estar subiendo de semana a semana, pero es que no doy abasto con todo. Por cierto, lo mismo que la otra veces, perdonarme por las faltas de ortografía y de puntuación.

ELLAWhere stories live. Discover now