EL tiempo Pasa.

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Anteriormente en Rechazo.


- No quiero sentir esto... Por favor.. Ya no quiero...

El rubio se alejó del castaño y tomó allison del brazo para llevarla a un lugar más alejado de Stiles para que no escuchara.

- Llevaré a Stiles a su casa.

- Está bien yo te cubro con la manada. ¿Le vas a decir?.

- Cuando este mejor le contaré. - Sentenció. La chica asintió y se despidió con una sonrisa.

Luego pasó por el lado de Stiles y beso su mejilla.

- Te quiero. Nos vemos - el menor asintió limpiándose las lágrimas.

Isaac lo tomó del brazo y lo condujo a la salida.
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Ahora.

Cuando llegaron a la residencia Stilinski Isaac bajo primero del jeep para ir abrir la puerta con la llave que stiles le había entregado, luego volvió por el castaño yacía dormido en el asiento copiloto, al parecer estaba tan cansado que al instante cerró los ojos por arte de magia.

Lo tomó entre sus brazos con delicadeza para no despertarlo y así se dispuso a caminar a dentro. Tras él entrar cerró la puerta con la pierna y luego se dirigió al las escaleras con destino a la habitación del chico

Lo dejo sobre la cama e instantáneamente él menor se abrazo a su almohada como si su vida dependiera de ello.

El rubio se sentó en la silla del escritorio y empezó a girar en ella mientras observaba la habitación del castaño, matando el tiempo.

Poco después escucho la camioneta del sheriff estacionarse. Se puso de pie y salió de la habitación. Bajando las escaleras se encontró con el sheriff cerrando la puerta.

Este al verlo se quedó estático en el pasillo.

- Isaac

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- Isaac. ¿Qué haces aquí y por qué el jeep de Stiles está estacionado afuera? - preguntó mientras se quitaba las gafas que llevaba puesta.

- Stiles no se sentía bien - dijo el rubio terminando de bajar los escalones.

El sheriff rápidamente se dirigió a la habitación de su hijo.

Al llegar se quedó junto a la cama del chico observando atentamente.

Se veía tan frágil en esa posición que se le partía el corazón imaginar a su hijo llorando. Y estaba seguro de que había llorado pues sus mejillas algo hinchadas era más que suficiente.

ʀᴇᴄʜᴀᴢᴏ •sᴛɪʟᴇs sᴛɪʟɪɴsᴋɪ•Where stories live. Discover now