Basta Derek Hale.

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ANTERIORMENTE EN RECHAZO.

- Está trabajando en una cafetería, la verdad no parece el tipo de chico que te robaría a tu novio. Es demasiado delgado y escuálido como para hacerte competencia.

La chica sonrió con arrogancia.

- Lo sé. Pero no me confío de ese mocoso. Mis planes van muy bien como para que venga a darme lata este niño - dijo con odio recalcado en sus palabras. Le tendió el sobre al hombre y este rápidamente lo tomó. - Aún tengo un trabajo para ti. - agregó. El asintió. - Necesito que consigas dos aliados más. Quiero darle un merecido a ese niño antes de irme con derek.

- Dalo por hecho - declaró el hombre.

- Quiero estar presente cuando suceda. Eso te pasa por estropear mis planes maldito niño.

- Así será. Le aseguro que aprenderá la lección.

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AHORA.

- Stiles ya no tenemos leche - informó el sheriff desde la cocina.

Stiles desde su habitación hizo un chasquido con los labios y terminó de alistarse para irse al instituto.

Tomó su mochila y su teléfono junto las llaves de su jeep y se dirigió a la planta baja.

Al entrar a la cocina vio a su padre servirse una taza de café y luego simultáneamente se recargaba de la mesada de mármol.

Era algo muy habitual esa semana, encontrar a su padre con la misma taza de café y el agotamiento sobresaliendo de sus poros. Al parecer no ha sido el único que ha tenido una semana de mierda.

- Haré las compras después de salir del instituto - dijo mientras dejaba la mochila sobre una de las sillas de la mesa e iba a la nevera por jugo. Tomó un vaso de la alacena para servirse.

- Te dejaré la tarjeta de crédito - de su pantalón sacó su cartera y luego rebuscó entre los pequeños bolsillos hasta encontrar la tarjeta de crédito para luego tenerse la a stiles. - Compra lo que sea necesario.

Stiles asintió mientras se terminaba el último sorbo de jugo.

Tras terminar llevó el vaso al fregadero.

- Vendré a casa algo tarde - se apresuró a decir mientras tomaba la tarjeta y la guardaba en su cartera.

Su padre lo miró interrogante mientras deposita la taza donde alguna vez hubo café en el fregadero. Se volvió de una manera inquisidora.

- ¿Vas estar con la manada? - preguntó.

Stiles lo pensó unos segundos antes de negar luego llevarse la mano a su nuca.

- Ya no estoy en la manada - aclara para que no haya malos entendidos.

Noah abre los ojos extasiado.

- ¿Qué sucedió? - quiso saber.

Melissa no le había comentado nada sobre ese nuevo acontecimiento, hace dos día estuvo con ella por cuestiones de trabajo y en unos minutos hablaron sobre algunas cosas que les conciernen a ambos, pero jamás mencionó nada de esto.

ʀᴇᴄʜᴀᴢᴏ •sᴛɪʟᴇs sᴛɪʟɪɴsᴋɪ•Where stories live. Discover now