Siete

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Abriendo la puerta, la llamó por su nombre, deteniendo sus pasos que se dirigían a las escaleras.

—No puedes decirle a papá —suplicó él, incapaz de leer la expresión de la mujer, ya que todavía estaba mirando hacia otro lado—. S-si le dices... no me dejará quedarme y no tengo a dónde ir.

Sabía, desde hace muchos años, cuán opuesto era su padre a las relaciones del mismo sexo. Siempre había afirmado que desheredaría a cualquier hijo que resultara ser homosexual. Minho nunca había pensado que había algo de qué preocuparse hasta el mes pasado, cuando comenzó su relación con Taemin.

No le gustaba vivir con su padre, pero era mejor que las calles.

Shayla se volvió lentamente, sus ojos encontrándose con los suyos. Eran suaves y de alguna manera cariñosos. Él no entendía.

—Minho, cariño, nunca se lo diría —dijo—. Entiendo perfectamente por qué te da tanto miedo que él sepa esto y... nuestras opiniones sobre este asunto son muy diferentes.

El adolescente parpadeó un par de veces.

—Nos criaron de manera diferente, Minho —explicó ella, caminando para pararse a un metro de distancia—. Entiendo que la homosexualidad no es algo muy respaldado en Corea, pero se acepta mejor aquí en Australia y otros países. Uno de mis buenos amigos del trabajo está en una relación con otro hombre, así que no me parece extraño. No tienes nada de qué preocuparte, no le diré una palabra a tu padre. Son tus cosas de todos modos —agregó con una risa suave.

Él dejó escapar un suspiro de alivio.

—G-gracias. En serio. —Nunca había sentido tanto respeto por esta mujer. ¿No era ella en realidad tan mala como él pensaba?

—Cuando quieras, cariño. Por cierto, ¿puedo conocerlo? —preguntó Shayla, alzando las cejas con una sonrisa de complicidad—. Si no están muy ocupados.

Las mejillas de Minho se oscurecieron mientras miraba en dirección a su habitación. Taemin se encontraba de pie, escondiéndose torpemente dentro del marco de la puerta, con la camisa ya en su lugar.

—Taemin-ah, ven aquí —murmuró en coreano, haciendo un gesto para que se acercara.

El menor salió lentamente, dando pasos cuidadosos con sus débiles piernas hasta que estuvo de pie al lado de Minho, el brazo del alto rodeando su cintura de inmediato para sujetarlo sutilmente.

—Hola —saludó en su mejor inglés, sonrojándose.

—Taemin —comenzó Minho, rogándole a Dios que el chico supiera un poco más de inglés que solo "hola"—. Esta es la esposa de mi papá, Shayla. Shayla, él es Taemin —presentó.

La mujer le sonrió cálidamente, asintiendo con la cabeza.

—Es un placer conocerte, Taemin.

Con las mejillas aún en llamas, el menor metió la barbilla hacia su pecho.

—Igualmente.

Riendo, Shayla miró a Minho.

—Es un poco tímido, pero lindo. Ya veo por qué te gusta.

Las mejillas del adolescente se oscurecieron aún más.

—Tendrás que cenar con nosotros si tienes un invitado —insistió ella—. Voy a preparar algo. ¿Qué les parece pastel de carne y puré de papas?

—Oh. Taemin es vegetariano.

—¿De verdad? —preguntó Shayla, recibiendo un asentimiento en respuesta—. Bueno, buscaré algo vegetariano en mi libro de recetas entonces. Ustedes dos pueden divertirse hasta la cena —dijo, dirigiéndose hacia las escaleras—. Y no me malinterpreten.

Hooked on You [2min]Where stories live. Discover now