Diez

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Minho recostó lentamente a Taemin en la cama deshecha, besándolo con toques lentos y deliberados que le arrancaron suaves gemidos al tritón. El chico debajo de él tenía un buen agarre detrás de su cuello, sin querer que ninguna parte de sus cuerpos estuviera separada.

Había una emoción pulsando por sus venas y estaba tan emocionado de finalmente poder experimentar esto con Minho. Darse besos era una cosa, y abrazarse era otra, pero esto era algo completamente distinto. Saber que se estarían quitando la ropa y volviéndose uno simplemente no podía explicarse.

Continuaron besándose en la cama, con las manos vagando sobre la ropa de manera desesperada, ambos con la piel erizada por la excitación. Taemin rozó su lengua contra los labios de Minho, probando los dulces que el mayor había comido y suplicando por un mayor contacto. Con un bajo gemido, los labios de Minho cedieron, permitiendo que la lengua del menor explorara el interior de su boca. Sus lenguas bailaban entre ellos, enredándose y degustando, deslizándose sobre los dientes e intercambiando saliva.

Minho había notado que la boca de Taemin tenía un sabor diferente que no podía definir. Había besado a otras chicas antes, cuando vivía en Corea, pero ninguna tenía este sabor. Se preguntó si era por ser un tritón o si solo era porque se trataba de Taemin.

Decidió que era ambas cosas.

Minho pronto tenía las manos debajo de la camiseta de Taemin, empujando lentamente la tela para poder sentir la suave piel bajo sus dedos. Ya la había tocado antes, pero simplemente no podía obtener suficiente. Rompiendo el beso, el menor soltando un quejido ante la falta de contacto, Minho le quitó la camisa.

Había algo que siempre había querido hacer y ahora tenía la oportunidad perfecta. Los pequeños pezones de Taemin siempre habían estado a la vista, siempre provocándolo. Cómo había querido probarlos, lamer su carne sensible y hacer que se retorciera.

Así que no hubo duda alguna cuando se inclinó y se aferró a uno, chupando el botón mientras sus dedos acariciaban el otro hasta ponerlo duro. Taemin se quedó sin aliento ante la sensación, arqueándose hacia la boca de Minho y gimiendo de placer.

—Oh, Dios... —jadeó, agarrando el cabello del mayor mientras todos los músculos de su cuerpo temblaban de gusto—. Mhm, sigue...

Los ojos de Minho se alzaron hacia el tritón, sorprendido por la forma en que parecía estar recibiendo tanto placer con solo sus pezones. Quizás esta era una de esas glándulas que había mencionado antes. Sonrió y chupó un poco más fuerte.

—¡Ah! —Taemin chilló—. Minho- ¡ah! ¡Por favor!

Incapaz de contener una pequeña risa, el adolescente cambió al otro pezón y le dio el mismo trato mientras que el otro se mantuvo estimulado por sus dedos. Taemin continuó gimoteando, moviendo las caderas y levantando el pecho, murmurando el nombre de Minho en un mantra mientras observaba al mayor mordisqueando su pecho.

—No pares, Minho —susurró.

Los ojos del moreno se alzaron sorprendidos, liberando el pezón de sus labios, un hilo de saliva conectándolo con el pecho del menor.

—Eres bastante sensible aquí —comentó, pellizcando ambos botones al mismo tiempo. Taemin gritó en respuesta—. ¿Algo que no me estás diciendo?

—No —lloriqueó.

—Interesante —murmuró el mayor con una sonrisita, frotando suavemente los brotes enrojecidos en pequeños círculos para calmarlos.

Taemin gimió.

—No te detengas, Minho. Por favor, no te detengas.

Sin necesitar más órdenes, el mayor regresó al pecho de Taemin, mordiendo ligeramente un pezón y ganándose un gemido tembloroso. Sin pensarlo, bajó una mano hacia el centro caliente de Taemin, colocando su palma firmemente contra la prominente erección.

Hooked on You [2min]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang