SILENCE | RENMIN.

chapter ten; comfort.

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Capítulo diez.
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COMFORT.

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Jaemin se asustó, siempre lo hacía cuando veía a otras personas llorar. Al entrar a la sala no esperaba encontrarse el rostro de Renjun acompañado por esas lágrimas. Estaba sentando en la mesa, mirando un punto fijo, y no parecía haber notado su presencia.

—Oye...—Murmuró Jaemin, apoyando su mano en el hombro de Renjun.

Renjun se sobresaltó, girando bruscamente y agarrando la muñeca de Jaemin cuando este la estaba alejando. Jaemin se quedó sorprendido, sin saber qué hacer a continuación. Se quedaron en silencio, con Renjun apretando su piel con fuerza, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas para perderse por la línea de su mandíbula.

Renjun no lo miraba a los ojos. Sus ojos estaban fijos en sus manos.

Jaemin sintió un dolor en su pecho, y se agachó, quedando de rodillas junto a la silla de Renjun. Con su mano libre, tocó la mejilla de Renjun, acariciandolo suavemente hasta llegar cerca de sus ojos y limpiar las lágrimas que bajaban por su piel. Podía escuchar la respiración agitada de Renjun, y la forma en que este contenía sus sollozos.

El agarre de su muñeca se relajó, pero Renjun no soltó su mano. Estaba temblando. Ver a Jaemin frente a él lo hacía sentir débil. Nadie nunca se había preocupado, nadie nunca lo había visto, pero para Jaemin los susurros de Renjun no eran invisibles. Jaemin podía escucharlo; lo estaba consolando.

—Breathe deep, breathe clear. Know that I'm here...waiting —Renjun apenas podía escuchar la melodía que Jaemin estaba susurrando.—Stay strong, stay gold. You don't have to fear...waiting.

Renjun sorbió su nariz y miró a Jaemin, confundido. La voz de Jaemin era grave, y estaba un poco desafinada, pero era relajante escucharlo.

—How could a heart like yours...ever love a heart like mine? How could I live before? How could I have been so blind? —Siguió susurrando, hasta detenerse.

Jaemin encontró sus ojos, y luego de mirarse en silencio, se puso a reír. Eso era extraño, se sentía...raro. Ver a Renjun tan cerca, la forma en que sus pestañas brillaban por la humedad de las lágrimas. Renjun era alguien que solo necesitaba que lo escucharan. Alguien que necesitaba que le devolvieran la esperanza perdida.

Jaemin no quería seguir viendo la tristeza en sus ojos.

Se quedaron así unos minutos, solo aferrándose a sus manos entrelazadas. Las ráfagas de viento silbaban fuera del ventanal, haciéndose más fuertes a medida que caía la noche.

Renjun logró calmar el temblor de su cuerpo y controlar su respiración. Dio un largo suspiró y rompió el contacto visual, mirando la comida en la mesa.

"Gracias", módulo con sus labios. Algo estaba creciendo dentro de él.

Jaemin sonrió, entendiendo lo que estaba expresando.

—De nada —Susurró en respuesta.

Jaemin se levantó del suelo y se sentó en la silla junto a Renjun. Las luces del techo se encendieron y cuando quisieron beber el té notaron que estaba frío, así que tuvieron que poner el agua a calentar.

Comieron tranquilamente, escuchando la voz en una radio hablar sobre un cambio de clima. El verano sería interrumpido por un temporal que traería lluvia y viento.

Al terminar la cena, Jaemin le insistió a Renjun para que se sentaran en los sofás del salón. Era muy temprano para irse a sus habitaciones.

Encendieron la televisión anclada a la pared, buscando algo interesante que ver. Jaemin aprovechó de ir por un libro bastante conocido a las estanterías, y Renjun puso más galletas sobre la mesa. Jaemin volvió, se sentó junto a Renjun y abrió el libro sobre sus piernas.

—Ayúdame a estudiar —Dijo sonriendo.

Pasó algunas páginas y Renjun puso los ojos en blanco, esperando que Jaemin encontrara la hoja en la que habían quedado.

El tiempo que vino después fue una mezcla de quejas y extrañas señas por parte de Jaemin, mientras Renjun le enseñaba cómo hacerlo correctamente. Estuvieron cerca de dos horas atrapados en su propia burbuja, compartiendo sonrisas.

Cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer, llamaron la atención de ambos. Jaemin fue hacia el vidrio, sonriendo con emoción. No tardó mucho en escucharse un suave golpeteó de la lluvia contra el suelo.

—¡Está lloviendo! —Chilló Jaemin.

Renjun lo miró extrañado.

"Si no me dices no me doy cuenta", señaló Renjun.

—Muy gracioso —Refunfuñó Jaemin, regresando a su lugar en el sofá.

La imagen de Jaemin hablando con su madre volvió a la mente de Renjun. Miró a Jaemin a su lado, sintiéndose inquieto. Renjun necesitaba entender que sucedía, necesitaba preguntarle a Jaemin.

Tocó el brazo de Jaemin, llamando su atención. Tragó con fuerza, buscando la valentía que nunca había tenido. ¿Por qué le asustaba tanto pregunta? Él no solía ser así. Tal vez, le daba miedo la respuesta.

"Jaemin... yo, quiero saber algo."

Jaemin ladeó la cabeza, mirando a Renjun con curiosidad.

"Cuando tú y tu madre salieron a hablar...¿Es porque se van a ir?"

Lo había preguntado en plural, pero a Renjun solo le importaba una sola persona.

Jaemin lo miró en silencio, fijamente. Luego, una sonrisa comenzó a formarse en sus labios, confundiendo a Renjun.

—Si nos fuéramos tan rápido, ¿Para qué habríamos venido? —Dijo.—Mamá me estaba diciendo que tendrán que irse unas semanas por trabajo, así que me quedaré solo con ustedes hasta mediados de febrero. No te librarás tan rápido de mi. Tendrás que soportarme mucho más.

Renjun escuchó, y sin darse cuenta suspiró mientras se relajaba. Hace mucho tiempo que no sentía esa emoción. Renjun se sentía aliviado.