IX. LA CONFESIÓN DE CORNAMENTA.

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IX. LA CONFESIÓN DE CORNAMENTA.

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—¿HOY TENÍAMOS ADIVINACIÓN?

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—¿HOY TENÍAMOS ADIVINACIÓN?

El jardín de Hogwarts se encontraba repleto de alumnos. En su mayoría eran de séptimo y tenían el espacio libre en sus horarios. James, con la espalda apoyada en el invernadero en el que los de cuarto estaban teniendo clase, toqueteaba la snitch dorada muy cerca de su cara, analizando cada detalle de la pequeña esfera dorada. Sage se había quitado la túnica y la había colocado en el pasto, para luego recostarse boca arriba y cerrar los ojos. Por último, Peter se encontraba sentado como indio mientras se quejaba de que nadie le había recordado sobre la tarea de adivinación.

—¿Acaso alguien escucha cuando hablo?—cuestionó James. El día anterior se la había pasado quejandose al darse cuenta que tendrían clases con la profesora Trelawney. Claramente, Peter no lo había escuchado.

—Bueno, obviamente, Lily no lo hace—bromeó Sage a lo que él de lentes le arrojó la snitch con la que estaba jugando. Consiguió darle al brazo de la rubia, quien se incorporó rápidamente con la snitch en la mano—. ¡Eh! ¡era una broma, Jamescito!

La pequeña esfera dorada dio contra el hombro del muchacho, aunque no esta iba dirigida hacia allí. Esa era la razón número dos por la que Sage no jugaba al quidditch; la primera era que no podía montarse en una escoba sin caer inmediatamente. Peter soltó una carcajada y James bufó, volviendo a la posición de antes.

—Te quito el título de mi compañera pocionera, Sagescita—declaró el joven mientras buscaba algo en su mochila. Extrajo un libro de adivinación muy maltratado, que arrojó a los pies de Peter, y un pergamino con una letra para nada entendible—. Y ese era un gran honor, o sea, no todas tienen la oportunidad de tener a James Potter como compañero—se giró hacia él gryffindor—. Toma, Colagusano. Si está mal diremos que tú la hiciste, ¿trato?

—¡Trato!

—La mía está cien por ciento verificada y corregida por Amelia y Remus. Mi tarea es confiable. Tómala. Disfrútala. Gózala—ofreció la rubia con un movimiento de cejas y una gran sonrísa.

Peter observó a James, quien negó con la cabeza repetidas veces con los ojos muy abiertos. Luego volvió la vista hacia Sage, quien hizo lo contrario a él de lentes y asintió con la cabeza mientras vocalizaba tómala, difrútala, gózala con sus enormes ojos zafiro clavados en él. Él gryffindor no se podría negar si continuaba observandola, por lo que terminó corriendo la mirada hacia su amigo, que se había puesto de pie y abrazaba su tarea mientras exclamaba:

—¡Tómala, disfrútala, gózala!

Sage imitó a cornamenta. Se puso de pie y, gritando la reciente frase, comenzó una extraña danza con él muchacho que terminó en los dos abrazados saltando y girando al mismo tiempo. Peter reía mientras daba miradas a sus espaldas, donde varios alumnos habían escuchado los gritos de sus amigos ¿y cómo no hacerlo? y observaban sin entender.

𝐏𝐎𝐖𝐄𝐑 ϟ 𝐒. 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊.Where stories live. Discover now