XX. VISITAS INESPERADAS.

1.8K 163 26
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

XX. VISITAS INESPERADAS.

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

SAGE HABÍA ESTADO ASUSTADA DE la soledad durante años, o eso era lo que había meditado durante los últimos días, donde se sentía tan inquieta y nerviosa que no había hecho más que observar a las lechuzas entrar y salir por las ventanas de la buhonera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

SAGE HABÍA ESTADO ASUSTADA DE la soledad durante años, o eso era lo que había meditado durante los últimos días, donde se sentía tan inquieta y nerviosa que no había hecho más que observar a las lechuzas entrar y salir por las ventanas de la buhonera. Sí, después de días de pensarlo, había llegado a la simple conclusión de que su necesidad de los años anteriores por estar con alguien físicamente (algunas veces solo besos, otra veces más) se debía a que le temía a la soledad. Y es que la soledad otorga mucho tiempo para pensar y eso no es bueno para las personas como Sage, quienes han sido criadas para seguir ordenes de superiores. De todos modos, ninguna idea revolucionaria se ha colado entre los pensamientos de la slytherin y, de haberlo hecho alguna, ha sido ignorada.

Francamente, Sage no ha llegado a ninguna otra conclusión más que aquella a pesar de pasar toda la tarde haciendo de cuidadora de lechuzas y eso logra decepcionarla un poco, aunque no más que cuando una lechuza nevada se dirige hacia el castillo y, luego de un anhelo en el corazón, la hechicera comprueba que no se trata de Capitán, la fiel lechuza de su padre. La slytherin lo admitía: estaba esperando con ansias alguna noticia de su padre, alguna señal de que todavía tenía otra oportunidad. Sin embargo, eso no era lo que la había mantenido despierta durante los últimos días, pues la rubia era la Hudson más joven que quedaba y por mas que su padre tuviera el orgullo más grande del mundo, Sage estaba segura de que él hombre no querría extingir la existencia de la familia por nada del mundo, la cual dependía de Sage, teniendo en cuenta de que en futuro tuviera descendientes.

De todos modos, lo importante es que una extraña sensación ha emergido en el pecho de Sage. Y sí, es ansiedad y la slytherin lo reconoce. Pero lo que no puede interpretar es que tiene seguridad de que algo grande va a pasar, lo cual la ha mantenido irritable durante los últimos días, pues constantemente se encuentra esperando la llegada de algo o alguien y al final del día nada ha pasado pero aquella ansiedad sigue allí.

Su abuela solía decir que la intuición de la mujer rara vez es erronea y eso funciona como un banquete para sus nervios, que incrementan cada día que nada importante ocurre.

A la tercera noche de no conciliar el sueño a causa de aquella molestia en su pecho, Sage buscó ayuda en Amelia, la cual era una fiel creyente de que su mejor amiga era otra victima más del estrés por ser el último año y la mandó directamente a la enfermería, donde Madame Pomfrey la mantuvo en observación durante la noche. Al día siguiente, la enfermera confirmó que se trataba de estrés (ni si quiera allí Sage había podido pegar un ojo) y ordenandole que se relajara, la mandó de regreso a los pasillos del castillo. Y aunque esa noche Sage si pudo conciliar el sueño luego de una larga batalla contra sus pensamientos, ese sentimiento en el pecho no se borraba y eso estaba comenzando a hacerla enfadar.

𝐏𝐎𝐖𝐄𝐑 ϟ 𝐒. 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊.Where stories live. Discover now