backstage. || ben hardy ✔️

falsetto; lado a

| lado a

-Ah, pero si ahí está la resacada- Úrsula gritó en el momento en que Nina entró a la sala. 

Con un largo "shhh", se acercó a ella y la saludó.

-¿Y?¿cómo estás? ¿Pudiste descansar?- le preguntó, mientras acomodaba las brochas sobre uno de los escritorios. 

Era temprano. Luego del día libre, habían tenido que volver a su rutina diaria. Nina había llegado al estudio con anteojos de sol. El día anterior había sido una tortura de duchas, agua y mucha -mucha- descompostura. Se lo había pasado en la cama, tratando de recordar cada detalle de la noche e intentando no morir. 

-Sí, algo- su compañera rió- Vine a pedirte si me maquillabas un poco.- Se sacó los lentes, dejando sus ojeras a la intemperie. 

Úrsula asintió y le hizo una seña para que se siente en la silla.
Aún faltaba para que llegasen los actores y no había seguridad de que ese día se firmaría.

-No entiendo ¿cómo es que ustedes estaban bien y yo no? Todos tomamos vodka- volvió a hablar al tener a su amiga de frente.
-Creo que vos tomaste más. Venías tomando, seguiste tomando. Mezclaste- respondió, aplicando un poco de tapaojeras.-La cosa es... ¿me vas a decir que pasó en la habitación? ¿o te vas a seguir haciendo la tonta?- agregó con una ceja arqueada. 

Nina soltó un suspiro.

-No sé. Estaba borracha, no me acuerdo de nada- contestó llevando al máximo el desinterés en su tono. Por dentro se quemaba. El alcohol le había destruido el hígado pero no la memoria: se acordaba de cada detalle de la madrugada. 
-Uf, cómo te gusta mentirme eh. Como te gusta mentirte.- Úrsula le dio un sorbo a su café y volvió a cargar el pincel, ahora con base. 

-La que andaba por ahí con el pintalabios corrido eras vos- escupió Nina con una sonrisa canchera. La cara de Úrsula se puso tan (o más) roja que su pelo. -Touché- agregó. 
-Aish, Nina, quedate quieta- le dijo, haciendo presión con el pincel. 
-Ajá, vos hacete nomás, total yo lo vi todo con mis propios ojos. Contame, dale-.
-Entonces sí te acordás- la desafió. Nina rodó los ojos.- Nada, nos besamos, te cuidamos y después lo llevé a su casa. 

Nina sonrió emocionada. La maquilladora le había dado la espalda, buscando otro pincel en el estuche, aunque podía verle las mejillas ruborizadas a través del espejo. 
-¿Y...?- levantó una ceja. 
-No pasó nada, si eso preguntas. Y no volvimos a hablar- había un dejo de decepción en su voz. Nina la miró con cara confundida y Úrsula se limitó a encogerse de hombros. 

La castaña decidió quedarse callada hasta que Úrsula le indicó que había terminado y que podía levantarse. 
-¿Almorzamos juntas?- le preguntó, guardando los pinceles. 
Nina asintió y dejó la habitación. 

Esperaba que aquel día la enviasen a taller con toneladas de trabajo, porque aunque no quisiera admitirlo, estaba algo asustada de ver a Ben. No le sorprendía tampoco, siempre hacía lo mismo. Reaccionaba y actuaba bajo los efectos del alcohol y después se arrepentía. Si bien esta vez no se arrepentía con todas las letras, quería evitar cualquier incomodidad posible.