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| lado b
A decir verdad, que el recuerdo de tu ex apareciese sin previo aviso en tu cabeza era un poco shockeante.
Nina estaba tildada frente al perchero, sosteniendo el saco con sus manos.
De color beige claro, no llamaría tanto la atención si no tuviese aquella boa de plumas alrededor del cuello.
¿Por qué se le había disparado esa estúpida imagen?
Era demasiada nítida como para poder ignorarla.
Era demasiado nítida como para poder enterrarla, tal como había hecho con todos los recuerdos de una relación.
Cualquiera diría que con un semestre sin verse sería necesario para olvidarlo.
Y lo era.
Si tan sólo no hubiese visto ese estúpido tapado que gritaba Ben Hardy como Roger Taylor en todos los idiomas.
Después de la dolorosa ruptura -cuyas razones aún no tenía claras- Nina volvió a su lugar natal con un bolso y muy pocos ahorros.
Tomó un tiempo acostumbrarse, conseguir trabajo y evitar recordarlo.
Eventualmente pudo hacerlo.
Para el verano sudamericano encontró su labor en una obra ambientada en los ochenta. La película de Queen fue una gran base para ello.
Sus días habían sido normales, trabajaba ocho horas, tenía una de descanso y por la tarde ya estaba lista para dar pasear por la playa.
Todo marchaba perfecto.
Si no hubiese sido por ese estúpido tapado.
Nina suspiró al sentir la textura. Todo estaba ahí y nunca había sido hablarlo.
Tomó su celular y abrió Instagram.
¿Era esto lo correcto? La realidad, no lo sabía.
Lo buscó en la lupita. El usuario apareció primero. Rio al notar que el "uno" había desaparecido. Ahora sólo era Ben Hardy. El original y único Ben Hardy.
Abrió la cámara en mensajes directos y sin pensarlo dos veces envió la foto del abrigo.
"Perdón, pero me encontré con esto y no podía no mandártelo" le escribió y adjuntó una carita riéndose.
Observó el mensaje enviado. Su mirada viajó al perchero y de vuelta al celular.
¿Estaba bien lo que había hecho?
Antes de borrar el mensaje, se percató de la cantidad de seguidores.
Más de un millón.
Claramente las cosas habían cambiado.
Cerró Instagram y guardó el celular. Con esa cantidad de seguidores seguramente él nunca vería el mensaje. Se habían dejado de ser mutuamente, por lo que ella era alguna fangirl desesperada más, mandándole textos a su ídolo.
Miró la prenda una vez más y la devolvió a su lugar.
"Adiós, mi querido Roger Taylor de Walmart" susurró para sus adentros.
Justo cuando estaba por volver a su lugar de trabajo, Lucas, uno de los encargados del set, apareció por la puerta de la sala.
-Nina, voy a ir a almorzar ¿querés que te compre algo?- preguntó de manera afectiva el muchacho.
Ella lo miró. No era la primera vez que se ofrecía. De hecho, no era primera vez que le atraía su sonrisa.
-Si queres comemos algo- le respondió, con un tono que a ambos le causó sorpresa.
Lucas sonrió y asintió con la cabeza.
Nina tomó su bolso y su billetera.
Y miró por última vez aquel tapado mientras que finalmente, cerraba puerta.
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Bueno, se que nadie lee esta historia a estas alturas, pero realmente quería darle un cierre, así que en estos días voy a estar publicando un epílogo.
