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Los viernes por la tarde es una autentica locura, demasiada gente que se amontona unos sobre otros, gente hablando por encima de ti, niños toca narices que solo estan hay por que sus padres no pudieron conseguir una niñera o algo parecido. 

Los grupos son muy  variados, aunque como siempre es increíblemente extraño que alguien preste atención a lo que Magnus está explicando, pero eso no es ninguna novedad. 

Puede sentir una sensación muy extraña en su pecho cuando Alexander no está sentado donde la ultima vez, enfrente de ese cuadro que comentaron en pocas palabras la ultima vez, casi se quiere golpear por idiota, obviamente no va a estar ahí, ya había pasado a ver la exposición ayer, poca gente mira la exposición dos veces seguidas.

Aún con ese bajón repentino sigue exponiendo con la misma voz neutra que le obligan a usar, si tan solo los que escribieron el guion que tienen que seguir tuvieran un poco de idea de lo que todo eso esta gritando al mundo. 
Inútiles, estúpidos, no tienen ni idea de nada, y se da más cuenta cuando lee la explicación de la obra que inútilmente el ha llamado: "a grandes problemas grandes soluciones"

Es un artista, no pone títulos a cuadros,  aparte, hay un cuadro que se llama mujer con pañuelo... nadie le puede juzgar. 

Las palabras salen por su boca son automáticas, podría bien estar leyendo su primer trabajo para el colegio como lo que realmente tienen que decir, y nadie se daría ni cuenta. al fin y al cabo nadie le esta prestando atención.

Ni siquiera sabe por que grupo va, segundo, cuarto, duodécimo.

Echa en falta aquellos primeros años donde todo era nuevo y emocionante, donde, incluso aunque no le prestaran atención Magnus disfrutaba hablando de las obras, una y otra vez... no se cansaba. 
Sentía que de allí hasta el presente habían pasado muchos años, cuando solo habían pasado 2 y medio, que rápido queman los nervios, la paciencia y el animo los turistas.

Cada pregunta en aquel momento era importante, relevante, sorprendentemente nueva y atrayente. Ahora tan solo eran un revoltijo aburrido de palabras que Magnus contestaba como un robot.

Una mano se levanta entre la masa de personas que lo siguen como corderos descarrilados, repasa mentalmente todas las respuestas modelo que tiene memorizadas antes de señalar a la persona que ha levantado una mano sumamente pálida.

La gente se aparta a su paso, dejándole ver esos ojos azules, y su mente deja de funcionar, todas las respuestas desaparecen de su cabeza junto con la aparición del terror absoluto de decirle que sí, da igual que este equivocado, es sí.

- ¿Por qué cree que el artistas e puso ese seudónimo?

Tiene que golpearse mentalmente para poder responder " por dios Magnus lo has visto una vez", busca en su memoria el nombre del artista. Empezaba por N 

Nébula.... nop
Niet.. Por dios no 
nic.... ni siquiera tiene sentido.

Alec lo mira con una ceja levantada, Magnus necesita que su cerebro vaya más rápido.
Una bombilla se ilumina en su cabeza justo antes de sonreír de lado y responde.

- los Nefilim eran hijos de ángeles, y definitivamente creo que un artista es un ángel .

La sonrisa de Alec ilumina su cara diciéndole a Magnus que esas on las palabras que quería oír, que ha dado en el clavo. Y esa sonrisa es lo ultimo que ve antes de que el tumulto de gente le impida ver al pelinegro.

Malditos turistas.

Art In Your LookWhere stories live. Discover now