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La  cafeteria es acogedora, huele a bizcocho recién hecho, chocolate y café.

Magnus debe ir muy a menudo por que su vista no se para en cosas que Alec no puede dejar de observar.

Cuando llegan a su mesa Alexander sigue igual de fascinado, con la Florida  decoracion que se encuentra por todo el lugar haciéndole creer que es un bosque el lugar donde va a tomar un chocolate caliente.

Es Magnus que le saca de su ensueño, cuando carraspea haciendo que Alec se gire a mirarle.

No puede evitar pensar que sería un gran cuadro

El joven de ojos azules no ouede evitar sonreír de vuelta; haciendo innecesaria a la conversación y dejando que los dos artistas se pierdan en la mirada del otro.

Una camarera entra en escena, con una sonrisa brillante  con la que viene a apuntar sus pedidos. Sacando los de su burbuja particular.

Y cuando la cámara se va con esa misma sonrisa ambos se dan cuenta de que realmente, no tienen nada de lo que hablar,  ellos siempre hablan de cuadros, ellos siempre hablan de los maravillosos cuadros del museo. Pero, más allá de eso, poco se conocen.

A Alec le entra el panico; ¿qué puede decirle que no sea incomodo? ¿Que hacer que no haga esto una situación ridícula?

Magnus sin embargo tiene una idea muy distinta de todo esto. Solo puede pensar  en  cuantas cosas puede conocer de Alexander, cuanto pueden aprender el uno del otro.

Tristemente, ninguna conversación ocurre, al menos durante un rato largo.
No es hasta que a Magnus se le escapa que el Lunes siguiente tiene día libre que todo empieza a tener sentido, la sonrisa de Alec se hace enorme, diciéndole que el tampoco tiene trabajo.

A partir de hay, la conversación gira en torno a sus planes futuros, a sus ideas, al principio para el lunes, pero luego avanzando hacia planes más lejanos

-quiero ser director del museo-  Dijo Magnus con una sonrisa que podría luchar contra el mismo sol

-Fascinante; algún motivo en específico?

-No, no realmente Alexander. ¿Que hay de ti?

- ¿de mi?

- si de tu vida, ¿que quieres hacer?

-Solo, quiero que mi familia esté bien. Es lo único que pido.

- Eres muy dulce

Y el sonrojo de Alexander se grabo en su cabeza hasta que consiguió dormirse.

Art In Your LookWhere stories live. Discover now