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Me aparto bruscamente de Jungkook recibiendo así un golpe a la realidad después de haberme mantenido en un trance de ensueño. Observo atónita a quien al parecer necesitar con urgencia de mi ayuda.

Mis mejillas enseguida comienzan a hervir en un fuego de vergüenza seguramente tornándose de un color rojo intenso, agradezco enseguida el hecho de que la casa esté a oscuras, ya que así no pueden ver mi incomodidad. Suni nos observa parada desde la entrada, se detuvo apenas estuvo enfrente a la oscuridad de la casita seguramente sorprendida de vernos a Jungkook y a mi en esa distancia poco común que tuvimos pocos segundos atrás.

—Yo...

Señala hacia atrás pensando que interrumpió algo, la verdad le agradezco plenamente su inesperada aparición, si no fuera por eso seguramente mi cabeza habría explotado en una crisis existencial y me habría perdido en dilemas mentales.

Antes de que decida irse al ver esta escena, me pongo de pie ignorando completamente la presencia de Jeon además de querer olvidar lo ocurrido lo más rápido posible, también me interesa saber qué es lo que urge a Suni al haber llegado de una forma tan alterada.

—¿Qué sucede?

Vuelve a recordar el por qué vino hasta acá, tomándome de la mano para darme un tirón y llevarme tras su acelerado paso.

—Es MinHo —en el momento en que es nombrado los recuerdos y la culpa me llenan instantáneamente, ya sé a qué va todo esto y porque hay tanto apuro en Suni.

El alcohol.

No espero sus explicaciones de lo que realmente sucede, ya que sé perfectamente que estoy acertando correctamente en mi suposición a ciegas.

—¿Dónde está y cómo se encuentra? —no quiero ni imaginar en donde se puede encontrar y mucho menos en las condiciones que lo voy a ver porque sé claramente que no van a ser las mejores.

—Lo he dejado en la entrada ya que comenzó a hacer un escándalo dentro de casa —ya no tengo pudor ni nervios de pasar entre la gente, camino de manera impertinente empujando a quien se me cruce por el frente, en estos momentos lo único que me importa es mi amigo.

Mi nariz estuvo a punto de salirse de lugar, en el momento en que Suni se detuvo a mitad de toda la entrada causando que impactara con todo su cuerpo.

—¡MinHo! —sobando mi zona resentida del dolor, veo como ella sale corriendo hacia la acera gritando con un tono de horror preocupante.

Cuando enfoco mejor la vista para ver lo que sucede, comprendo él grito repentino que pegó Suni al ver a nuestro amigo pelirrojo en tal estado.

Un chico que le lleva una cabeza y media de altura a MinHo y el doble de musculatura corporal, lo golpea y empuja como si se tratase de una pelea de gallos, él solo logra defenderse con torpes manotazos mientras grita tonterías al aire sin sentido alguno tropezando con sus propios pasos.

La angustia que lleva Suni, se me contagia al no saber qué hacer con todo este numerito, si llamamos a alguien por ayuda seguramente cuando volvamos, MinHo ya este descuartizado en miles de pedacitos y si una de las dos intenta entrometerse para detenerlos, es probable que recibamos una gran paliza de parte de ese grandulón con fuerzas inhumanas.

—¡Detente! —bravo Suni, tus palabras son órdenes para ese bravucón de primera— Maldito gilipollas ni siquiera sabes dar un buen golpe —evitando otro conflicto a causa de sus provocativas palabras le cubro la boca apartándola de ese hombre gigantesco.

—¿Pero qué mierda pretendes hacer Suni? piensa antes lo que dices, a menos que quieras acabar en el puesto de MinHo —susurro molesta gracias a tanta presión en nuestras manos.

B i g  B o y      © (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora