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Pov Natalia.

Solo quería destrozar cosas y como el piso no tenía la culpa, decidí relajarme y ver alguna peli. Así pase la tarde, con películas de fondo que no llegaba a ver, ya que en mi cabeza retumbaban las palabras de Alba. "Solo sexo" ¿Que esperabas Natalia? Me sentía tan frustrada. Hacía tiempo que no me fijaba en nadie, hacía tiempo que nadie llamaba mi atención, y no sería por falta de pretendientes, pero esa rubia enana de ojos grandes me estaba haciendo enloquecer.

No podía sacarme de la cabeza su piel pegada a la mía, sus labios sobre los míos, sus gemidos roncos por el roze. Joder. Necesitaba tocarla otra vez, pero sus palabras me habían echo demasiado daño y yo era de las duras a la hora de perdonar. Claramente con ella no iba a serlo tanto, porque literalmente me tenía como quería y yo me dejaba hacer. Aunque pensándolo bien, la que estaba enfadada era ella, no se porque, pero era ella, así que ninguna iba a dar el paso de pedir perdón. La idea de que mi "relación" con Alba acabara me dolía más de la cuenta. El sonido del teléfono me hizo volver al presente.

"¿Os hace un plan tranquilo?"

Era Joan hablando por el grupo.

"Define tranquilo."

Dijo Júlia.

"¿Una de karaoke?"

Si porfavor.

"Yo lo veo."

Dije sin pensarlo.

Todos aceptamos y quedamos en media hora en el piso. Me fui a duchar y me dirigí al piso. Me había puesto unos vaqueros negros rotos, una camiseta de tirantes con una sudadera negra encima y mi gorro naranja.

Cuando entre solo estaban Joan, Sabela, Alba y Carlos. Los últimos dos hablaban entretenidos en el sofa. Yo fui directa a ayudar a Joan a conectar el karaoke en la tele, el pobre siempre la liaba con los cables.

-Nunca aprenderás eh.- le dije poniéndome de cuclillas a su lado.
-Es que hay muchos cables.- bufaba frustrado desliando cables.
-Déjame anda.- se los cogi y empeze a conectarlos yo.

Cuando acabe de conectarlos todos me levante y fui a la cocina con Sabela. Alba me había mirado un par de veces pero yo no sé las había devuelto.

-¿Quieres una?- Me pregunto Sabela con una cerveza en la mano.
-Venga.- se la cogi y la abrí para beber.
-¿Como vas con Alba?- Me pregunto.
-Pues un desastre, para que mentir.- dije mirando al suelo.
-Es que las dos sois muy difíciles. Pero joder, no os carguéis la amistad que tenéis.- dijo levantando una mano.
-¿Pero que amistad Sabela?- le dije para a continuación salir de la cocina.

Ya habían llegado todos. La verdad que estaba súper agusto. Había conseguido pasar de Alba lo que llevaba en el piso, y me estaba divirtiendo viendo a todos cantando haciendo el tonto.

-Venga Nat.- Me dijo Miki.- nos toca.

Me levante y cogí el micro. Shallow era nuestro himno.

Empezamos a cantar. Cantar me hacía evadirme del mundo real, era como mi pequeña burbuja en la que solo estaba yo. Acabamos de cantar y todos aplaudieron como locos. Estaba acostumbrada a que fueran tan exagerados.

-Ahora yo.- gritó Maria. Su canción nos volvía locos a todos. Ojalá tuviera ese coche robado de verdad.

Cuando llevaba media canción y ya me dolía la tripa de reír, salí a la terraza a fumar. Estaba tan agusto que un cigarro ahora me vendría perfecto. Pero mi estado de humor cambió cuando supe quien se acababa de poner a mi lado en la barandilla de la terraza. Me tensé al momento.

Stay.Where stories live. Discover now