Stay.

24

Pov Alba.

Ayer la cague mucho con Natalia. El echo de tener tantas ganas de verla, de besarla, de pedirle que le dieran por culo a los demás y quedarnos el día entero solas en la cabaña en la cama juntas, sin hacer nada, solo abrazada a ella, me asusto demasiado. Luego lo que me hizo sentir al coger mi mano. La electricidad que corrió por mi cuerpo me dejó muy tocada.

Pero joder, ella no tenia culpa de mis ralladas mentales. Se que estuvo mal por mi culpa. Anoche pensé que me echaría a patadas de la cama, pero una vez mas me demostró lo buena que es.

Por eso, hoy iba a compensarle mi cagada de ayer. Y lo iba a hacer desde ya.

Ella seguía durmiendo. Es tan guapa. Su respiración es relajada, tiene la boca entreabierta y su pelo desecho cayendo por su cara me encanta.

Empiezo besando su cuello suavemente, esta tan dormida que no se entera. Retiró la manta lentamente, al igual que sus bragas. Me posicionó entre sus piernas y las separó un poco más para mejor acceso a lo que tengo pensado hacer.

Paso mi lengua desde su entrada hasta su clitoris. Ella gime aun dormida. Empiezo a hacer más presión y ella se mueve un poco sin llegar a despertarse. Aunque igualmente se va mojando más. Rozo su entrada con uno de mis dedos, sin llegar a meterlo del todo. Oigo como gruñe. No tardará en despertarse. Y así pasa.

-Joder Alba.- gritó incorporándose un poco en la cama.- ¿que haces?- me mira con los ojos muy abiertos.

Yo sonrío ante la situación y le meto los dos dedos de golpe mientras mi lengua coge mas velocidad.

-Dios.- grita dejándose caer otra vez sobre la cama.

Veo que pone la mano en su frente, como dudando de que si lo que esta pasando es real. Yo sigo mi trabajo sin dejar de meter y sacar mis dedos de ella. Subo mi mano libre acariciando su tripa hasta llegar a uno de sus pechos. Apretaba y estiraba su pezon y ella gemía sin parar.

Bajo su mano a mi cabeza presionándome más contra su centro. Sus caderas se elevaban con más velocidad. Quería más. Necesitaba más. Así que decidí meterle un tercer dedo.

-No pares, no pares.- me decía con la voz entrecortada.

No iba a parar hasta que acabara. No le faltaba mucho. Se contraía contra mis dedos cada vez más. Estaba cerca. Presione mas mi lengua en su clitoris, curve mis dedos dentro de ella y se corrió.

-Joder.- gritaba mientras se corria.

Su agarre de mi cabeza desapareció. Su cuerpo empezó a relajarse y su respiración seguía agitada. Subi por su cuerpo lentamente hasta quedar frente a frente con ella. Tenía las mejillas coloradas y los ojos cerrados.

-Buenos dias.- dije dándole un beso.
-¿Buenos dias?- dijo abriendo mucho los ojos.- ¿Enserio Alba? ¿Buenos dias después de esto?- giró mi cuerpo quedando yo debajo.- Esto son buenísimos días joder.- Dijo besándome.

El dia empezaba bien y quería que así siguiera.

-Hoy no me voy a despegar de ti en todo el día.- dije acariciando su cara.
-¿Y eso?- dijo con una sonrisa.
-Pues porque ayer se que lo hice mal-quité el contacto visual.- y hoy quiero compensarte.- ella me cogió la cara para mirarla.
-No lo hagas por mi. Si lo haces que sea porque quieres- era normal que pensara así.
-Lo hago por que quiero Nat, te lo juro.- le sonreí.

Nos quedamos mirándonos sin hablar por unos minutos, mirando cada parte de nuestra cara, como queriendo recordar cada facción para siempre.

-¿Nos podemos quedar aquí y así todo el día?- le pregunte.
-Si fuera por mi, pasaríamos así hoy y mañana, pero estos...- me contesto.
-Ya- bufé.