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Pov Alba.

La semana había pasado rápido. Mañana ya nos íbamos a las cabañas y estaba ansiosa. Natalia y yo nos habíamos visto todas las tardes. Nadie me había vuelto a decir nada sobre el tema. Es decir, Joan no había vuelto a decir nada. Con Maria no había vuelto a sacar el tema ya que estaba tan en las nubes con Marta que no se enteraba de la mitad. El sábado de la fiesta, cuando llegue iban todos borrachos. Natalia nada más verme se me echó encima. Borracha era lo más tierno que existía en este planeta. Claramente tuve que cuidar de ella y llevarla a su casa, pero ayer me compensó cuidándome ella a mí después de llegar de trabajar.

Nuestra relación iba a más, al menos por mi parte. Hacíamos cosas de pareja. Ver pelis, picarnos, hacernos cosquillas...cosas que van más allá del sexo que buscaba en un primer momento. Pero las cosas se iban a quedar así. Las dos estábamos agusto y no necesitábamos más.

Hoy no nos habíamos visto, pero habíamos quedado en que la llamaría por teléfono antes de irme a dormir.

-Hola rubia- me saludo contenta.
-Hola churri.- le conteste tumbándome en la cama.
-¿Tienes ganas de mañana?- me pregunto.

Durante la semana habíamos hablado sobre la salida y tal, pero poco. Mas que nada le soltaba tonterias diciéndole que vaya pereza tener que aguantarla también para dormir y cosas asi para picarla.

-Muchas. Aunque eso de compartir cama...-dije intentando picarla otra vez.
-Bueno, si quieres puedo decirle a alguien que me haga hueco y tu puedes dormir tranquila.- contesto devolviéndome la jugada.
-¿Me harias ese favor?- seguí picándola.
-Ya sabes que por ti hago lo que sea.- me salió la sonrisa más tonta de este mundo, y se que si pudiera verla, ella estaría igual.
-Eres más tonta.- le dije mordiéndome el labio.
-Estoy asi por tu culpa.- me contesto en un suspiro.

¿Que iba a hacer yo con esto? Me tenia mas pava que cuando tenia 15 años.

-Tengo ganas de verte.- le dije sin pensar.
-Vas a tenerme 72 horas pegada a ti. Seguro que luego ya no dices lo mismo.- se rio.
-Que bieen te vendes de verdad.- dije haciéndome la indignada.

Estuvimos un rato más hablando y me fui a dormir. Tenía mil ganas de mañana y después de 50 vueltas en la cama me dormi.

Pov Natalia.

Tontisima. Asi estaba por su culpa. Esta semana había sido increible. Cuando eran las cinco de la tarde y ella aparecía por mi puerta sentía que ya lo tenía todo. Ya no me agobiaba ni rallaba con el tema de sentir más. Había aceptado que yo sentía el doble o el triple que ella, pero ahora mismo me sentía bien con lo que teníamos. Aunque cuando se iba y volvía a estar sola, era inevitable pensar en un futuro con ella. Se me iba mucho la cabeza y me montaba películas dignas de ver.

Mañana era el día. Mañana a estas horas tendría a Alba pegada a mi para dormir. Mañana porfin podría pasar un día entero con ella. Sentía muchos nervios en el estomago por eso tarde en dormirme. Pero al final me dormi.

Era la primera vez que me alegraba el sonido del despertador. Ya tenía la mochila preparada desde ayer. Así que solo tenía que ducharme y esperar a que vinieran a por mi.

Cuando baje me quede sorprendída con el mini bus que Carlos había conseguido. Era la hostia. Entre y todos gritaron. Era la última en llegar así que ya estábamos todos.

-¡Chafale Miki que Teruel nos espera!- Gritó Maria emocionada.

Me senté al lado de Marta en el bus, ya que Alba estaba con Maria. No podía evitar mirarla. Ella me miraba sonriendo constantemente. La tenia a dos asiento por delante en la parte izquierda. Y todo el rato se giraba a mirarme, dejando a Maria hablando sola.

Stay.Where stories live. Discover now