Capítulo 11. Miedo.

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Ya pasó algo de tiempo desde que el omega aceptó sus sentimientos por el alfa, incluso tenía la confianza para llamarlo ahora por su nombre y hasta tutearlo (Aunque sólo lo hacía cuando estaban solos o fuera de la oficina) y sabía que debía darle una respuesta, pero aún no sabía que hacer, no le había comentado nada del tema a su hijo, no sabía si estaba de acuerdo o en contra de que él saliera con alguien y tampoco es como el alfa supiera de la existencia de su hijo, aunque ese no era su mayor problema ahora.

//Hace unos minutos//

- ¡Ya llegué! -Dijo la rubia entrando a la casa del omega, era sábado por lo que el pelinegro no tuvo que trabajar.

-Hola. -Dijo el omega cerrando el libro que estaba leyendo. - ¿Tuviste libre hoy? -

-Sí, ¿y Yura? -

-Dormido, no se quiso levantar temprano hoy. -

-Ayer lo llevé a un centro de juegos infantiles junto a Otabek, jugaron mucho así que debe estar muy cansado. -

-Sí, me lo comentó ayer en la cena, estaba muy feliz mientras me lo contaba. -

-Me dijo que quería ir un día contigo. -

- ¿Donde queda? Creo que puedo ir la próxima semana con él. -

-Te pasaré la dirección por mensaje. -Dijo para sentarse al lado del omega.

-Iré a ver algo. -

-Claro. -Dijo la alfa tomando el mando del televisor y encendiendolo, al cabo de unos minutos el omega regresó.

-Tengo problemas. -

- ¿Con qué? -El omega le tiró un objeto a la rubia y esta lo atrapó.

- ¿¡Estás en cinta!? -Preguntó al ver como la pequeña prueba marcaba dos líneas. - ¿Estás seguro? -

-He estado mareado últimamente y la compré sólo para descartar que fuera un embarazo, esas pruebas no suelen funcionar bien en los omegas, así que no lo sé... -

-Pero aún así... ¿Cuantas veces lo has hecho con él? -

-No lo sé, unas cuantas, no estoy seguro. -

- ¿Lo hicieron cuando estabas en celo? -

-No. -Respondió seguro el pelinegro.

- ¿Y en el de él? -

-Tampoco... Tengo ganas de ir a realizar un examen de sangre. -

-Vamos, yo te acompaño, despertaré a Yuri. -

-Sí, gracias. -La rubia desapareció escaleras arriba y el omega se sentó en el sofá, tomó el aparatito que la rubia sostenía hasta hace unos minutos y lo miró con cuidado. No era que le molestase la idea de tener otro cachorro, menos con su alfa ya que estaba seguro de que eran destinados, pero a su alfa no le gustan los niños y si ni siquiera podía decirle sobre su primer hijo, no sabía como decirle de este otro, sólo esperaba y rezaba para que su jefe no notara su aroma y que fuera tan despistado como siempre, aunque sea en lo que pensaba una manera de decírselo.

-Mamá. -Dijo su pequeño sacando a su madre de sus pensamientos.

-Ah... Buenos días, cariño, ¿dormiste bien? -El pequeño asintió mientras restregaba una de sus manos contra uno de sus ojos.

- ¿A ónde vamos? -

-Debo ir al hospital, así que Maiko me acompañará y no podíamos dejarte sólo. -

- ¿Etas enfermo? -

-No, es sólo que quiero descartar algo, aunque no es nada malo, así que no te preocupes. -El pequeño asintió.

Un secreto [Viktuuri AU/Mpreg/Omegaverse]Where stories live. Discover now