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Este fin de semana había puesto mi mundo de cabeza, pero hoy debía centrarme; volvía al trabajo, lo que significaba ver a mi guapa jefa.

— ¡Sarita! ¿Qué tal estuvo? ¿Te duelen las piernas?— rodé mis ojos.

—No sé de qué habla, abogada

—Me matas con tu respuesta, o sea que no pasó nada— preguntó sorprendida

—Disculpe, pero es mi vida personal — hizo una mueca

—Igual que Becky, par de cerradas.

—Voy a mi puesto, permiso — movió su mano en signo de despedida.

Miré adentro de la oficina, ahí estaba Rebe concentrada leyendo unos papeles. Era imposible no sentir atracción por ella, sus gestos, como frunce el ceño mientras lee, sus labios carmesí que se entreabre al momento de seguir la lectura.

Suspire, solo eso puedo hacer.

Pensaba retirarme, cuando levantó su mirada y me descubrió observándola, por la distancia no creo que haya visto la baba que se me caía.
Lo que me sorprendió fue que quito su mirada tan pronto como la fijo en mí, nunca antes lo había hecho, nuestras miradas siempre se conectaban. Esperé una sonrisa de vuelta, pero tampoco, se enfocó en seguir leyendo.

¡Qué diablos pasó!

Desanimada me senté en mi silla. Qué pasara con ella, es muy raro su reacción. Sé que no tiene la obligación de ser afectuosa, pero creí que teníamos una amistad.

Para olvidar el rato, me centré en el trabajo, de esta manera espero que pase rápido el tiempo, siento que no es un buen día.
De pronto, sentí vibrar mi celular, lo tomé y...
Alexa, ¡¿Alexa me está escribiendo?!

Abrí el chat.

Ale: Buen día, Sara. Espero estés bien. No soy alguien que se vaya por las ramas, por lo tanto. ¿Quieres almorzar conmigo?√√

Algo que me atraía de ella, es su forma de ser, directa.

Yo: Hola. Encantada, ¿Dónde nos encontramos?√

Ale: No te preocupes, paso por ti al medio día.√√

Yo: Te espero.√

Sonreí como una boba, debo admitir que me alegró la mañana su mensaje.

—Me escuchas — había escapado de la realidad, por pensar en Alexa.

—Perdón, Abogada. ¿Qué necesita? — tenía en frente a Rebe, mirándome fijamente.

—Pasa a mi oficina, por favor.

Me levante, y pase a lado suyo. Ya en la oficina, pude ver que estaba muy seria, no entiendo, qué la tiene así.

— ¿Está todo bien?— pregunté

— Sí. Que tal tu resaca— preguntó mientras juntaba sus manos y las ponía debajo de su mentón.—Bien y gracias por su pastilla. Tengo lagunas mentales pero gracias por llevarme hasta mi casa. — entre cerró sus ojos

—No recuerdas... ¿cuándo te llevé a casa?

—La verdad, no. — se hizo para atrás, y vi que sonrió.
No la entiendo. ¿Será bipolar?

—Una pena. Te lleve, y como no despertaste me tocó llevarte en brazos, por suerte no pesas mucho— me ruboricé, me había llevado en brazos
¡Cielos! Y yo, sin recordar algo tan maravilloso.

—Qué vergüenza, abogada. No volverá pasar, sin embargo, gracias por su amabilidad — volvió a sonreír. Esa es la Rebe que me gusta

—No te preocupes. Ahora dime, ¿están todas las pruebas de descargo para el caso?

—Todo perfectamente ordenado.

—Excelente. ¿Qué te parece si almorzamos juntas hoy?— preguntó sonriente.
Me tense, no podía estar pasándome esto a mí

—Me encantaría, pero ya tengo planes — se borró su sonrisa

—Ah... bueno, para otro día será entonces. — comentó en un tono serio.

—Si. Me retiro a mi escritorio.

—Adelante.

Justo el día que saldré con Alexa se le ocurre invitarme, me moría de ganas por salir con mi guapa jefa, pero no podía hacerle semejante desplante a Ale.
Pasaban las horas y se acercaba el momento, tenía mi plan hecho.
Salgo muy rápido, para que Alexa no tenga que subir. No podría fallar, era muy sencillo.

Vi la hora y me dispuse a bajar en el ascensor, lo que no me esperaba era que Laura y Rebeca también estuvieran ahí.

¡Mierda!

—Hey Sari, ¿almuerzas con nosotras?— preguntó Laura. Mire a Rebecca que se mantenía seria.

—No, ya tengo planes — repetí lo que había dicho a mi jefa.

—Ah sí, ¿no será con Alexa?— insinuó

No pude responder, porque se abrió el ascensor, habíamos llegado.
Para empeorarlo Alexa iba entrando al edificio, plan fallido.

—Alexa, ¿qué te trae por mis lares?— preguntó la insoportable de Laura.

—A ver, a una señorita muy guapa — respondió sonriéndome, le devolví la sonrisa.

Trágame tierra.

—Hola Alexa— logre pronunciar

—Laura vámonos, que se nos hace tarde — gruñó Rebe

—Ya, ya. Un gusto Alexa, que la pasen bien y provecho — se fue guiñándonos un ojo.

—Hasta luego, Abogada — me despedí mirando a mi jefa, pero ella solo asintió la cabeza.

—Vaya, sigo sin caerle bien a tu jefa— hablo entre risas

—Ella es así, no se lo tomes en cuenta.

—Está bien. Mejor vamos.

Montamos en su coche. Me sigo admirando de poder estar en un deportivo. Que lujo.
El viaje fue relativamente corto.
Estacionamos en un restaurante menos ostentoso que el de nuestra primera cita. Y lo comprobé cuando en el menú había platillos que si podría pronunciar y los conocía.

—No sé, si nos siguieron o tenemos los mismos gustos, pero acaban de entrar Lau y tu jefa— voltee mi cabeza tal cual la exorcista.

— ¿Coincidencia? — Susurré. Laura miro hacia nuestra mesa y nos sonrió.
Que no vengan a nuestra mesa, que...
Repetí muchas veces en mi cabeza. Pero ahí venían. Rebecca con su cara de amargada y Laura con su sonrisa de Wason.

—Cielos, que coincidencia tan grande, no pensé que las encontraríamos, no es así, Becky

—Ajá— fue su respuesta cortante

— ¿Podemos sentarnos con ustedes?— preguntó Laura. — No seas impertinente, seguro quieren estar solas— replicó Rebe.

—Por mí no hay problema, que te parece a ti, cariño — ¿Cariño? Diablos, y en frente de mi jefa todavía.

—Está bien, sean bienvenidas— mencioné tratando de sonreír.

Se sentaron, Rebe al frente mío y Laura en dirección a Alexa.

Ahora sí, tendré uno de los almuerzos más incómodos, con la mujer que me gusta y la chica que está pretendiéndome conquistar... Y siento que lo está logrando, hasta que veo los ojos de Rebecca.

Nuevo capítulo, espero les guste (y no me amenacen)

Team #Alexa y Sara  o
Team #Rebecca y Sara

Besos para todxs

Buen fin de semana

El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora