Capitulo 2

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¿Comprarla? Jesús, ella no sabía si reír o llorar.

Un momento, estaba a punto de ser introducida por la fuerza en las tareas de ser una puta, y ahora había otro tipo regateando para comprarla. Cuando su chulo había amenazado con venderla, había estado tan desesperada que no había considerado realmente lo que él había querido decir.

¿Estaba siendo vendida como esclava?

− Sesenta mil créditos, - exigió su chulo y tratante de esclavos.

Su sangre corrió caliente y fría. Eso era unas diez veces la cantidad que necesitaba para salir del planeta y una gran suma de dinero en el idioma de cualquiera.

− Diez mil, - respondió el tipo nuevo.

Y después hacia atrás y adelante ellos regatearon. Oferta, contraoferta, oferta.

El hombre que todavía la sostenía sobre su hombro se echó a reír, golpeó su culo fuerte y lanzó su propia oferta, y de repente el tipo nuevo pareció ser la elección mejor. Su corazón latiendo con fuerza, su respiración entrecortada, el terror aún temblando por cada músculo, Mikayla escuchó como tres hombres eligieron el curso de su futuro.

*****

¡Dieciocho mil créditos! Sus hermanos iban a matarlo.

Comprar una prostituta no era exactamente una deducción fiscal.

Había estado a punto de apartarse de las sumas escandalosas en discusión, pero entonces había captado la mirada de desesperación en el rostro de la mujer y comprendió que ir con su instinto era lo correcto. Cualesquiera sean las consecuencias de gastar tanto dinero, tenía que hacerles frente con la conciencia tranquila. Evans habría violado a la chica, aunque en este planeta no hay ninguna ley en contra, el sentido de Matt de la humanidad no le habría dejado irse en esas circunstancias.

Era extraño que cuanto más lejos de la Tierra viajaban, él y sus hermanos, menos rasgos humanos tenía la gente. Teniendo en cuenta que la mayoría de los aquí eran humanos en un sentido genético, era bastante inquietante.

Él apresuró a la chica hacia afuera del club con un brazo protector sobre sus hombros. Decir que ella parecía aterrorizada era un eufemismo completo, pero ella asintió efusivamente cuando su chulo le había preguntado si renunciaría a su parte si la vendía a un precio tan bajo, por lo que claramente ella había mostrado una preferencia entre él y Evans.

Matt quería ofrecerle consuelo, pero no estaba seguro precisamente de cómo hacerlo sin darle una impresión equivocada. A pesar de su razón para venir a este club, no tenía intenciones de tener relaciones sexuales con esta mujer.

− ¿Cómo te llamas? - Preguntó mientras metía su mano dentro de su bolsillo para resistir el deseo de cepillar el pelo de sus ojos.

− Mikayla, - dijo ella, mirándolo directamente a los ojos.

Él sonrió ante el pequeño destello de orgullo. Ella le podía pertenecer en un sentido fiscal, pero no iba a someterse a él sin una pelea.

− Pues bien, Mikayla, ¿qué hago contigo ahora? - Ella pareció suavemente sorprendida pero juiciosamente no hizo ninguna sugerencia. - ¿Tienes una casa? ¿Familia? ¿Alguien al que puedas llamar para hacerle saber dónde estarás durante los siguientes doce meses?

Ella negó con la cabeza, sus ojos anchos mientras procesaba sus palabras.

Parecía poco dispuesta a contestar, y le llevó un momento percatarse que si estaba realmente sola en este planeta, admitírselo a un completo desconocido podría ser una maniobra temeraria de su parte.

Los Hombres de Mik 1Where stories live. Discover now