Capitulo 10

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Ella se despertó rodeada de piel cálida. Al principio desorientada por la sensación turbia en su cabeza, Mikayla rápidamente recordó su lamentable crisis emocional la noche anterior y quiso nada más que esconder la cabeza bajo las sábanas y no salir nunca.

Desafortunadamente, las sábanas estaban en el fondo de la cama, después de haber sido expulsadas durante la noche. Dormir entre dos hombres grandes parecía ser una experiencia muy caliente. De hecho, dudaba de que alguna vez sintiera frio durmiendo entre estos dos.

− Finalmente, estás despierta - le susurró al oído Lachlan.

Parecía irritado, y ella estaba a punto de darse la vuelta para preguntarle por qué parecía tan impaciente cuando él presionó su larga polla gruesa, muy dura contra la suave carne de su culo. Ella se rió suavemente mientras el lamía un sendero mojado hacia el cuello y la concha de su oreja.

− ¿Tienes ganas de jugar, un poco? - Ella asintió con la cabeza, y Lachlan comenzó a susurrar instrucciones perversas a su oído. Ella miró la forma pacífica de dormir de Brock y se preguntó si realmente le gustaría ser despertado de esa manera.

Lachlan la ayudó a deslizarse hacia abajo de la cama para que su cabeza descansase al nivel de la ingle de ambos. La polla dura de Lachlan chocó con la parte posterior de su cuello mientras ella se retorcía en su sitio y lamía la polla semidura de Brock. Chupó la suave piel tibia en la caverna de su boca, suspirando de alivio, ya que se endureció. Una mano somnolienta se enredó en su pelo y la acercaba mientras Brock se sacudía contra su boca.

− Oh, nena, - gemía sin aliento mientras empujaba más profundo. Ella relajó su garganta como John le había enseñado y permitió a Brock follar su boca lentamente. - Mikayla, eso se siente increíble.

Una risa profunda sonó detrás de ella, y luego una mano fuerte la agarró del pelo y la apartó de la polla de Brock. - Míralo, Mikayla. Ni siquiera está despierto, pero sin duda sabe quien le está dando una mamada.

Mikayla se estremeció ante las implicaciones, incluso mientras Lachlan guiaba su boca hacia su propia polla, trataba de racionalizar la reacción de Brock. Ella era la única mujer en la estación, después de todo, ¿a quién más iba a llamar?

Lachlan sostuvo su cabeza entre las manos, bombeando superficialmente en la incómoda posición, gimiendo cuando ella le apretaba la lengua en la ranura y lamía el líquido pre-eyaculatorio. Brock debió de despertarse porque Lachlan soltó su cabeza y después unas segundas manos se apoderaron de ella y le rodaron por encima. La polla gruesa de Brock le llenó la boca un instante más tarde.

Ella lo chupó con fuerza, gimiendo mientras las manos de Lachlan viajaban por su espina dorsal y acariciaban su culo. Él se movió hacia abajo, levantando la pierna derecha de ella en el aire y empujando con un dedo profundamente en su coño. Gimió alrededor de la polla de Brock, la vibración haciéndole cosquillas en los labios y la lengua y transfiriéndolo a la erección de él. Él gimió en respuesta pero siguió acariciando dentro y fuera de su boca a un ritmo constante.

Al dedo en el coño pronto se le unió otro y estuvo a punto de gritar cuando Lachlan empujó un tercero. Sus dedos eran tan grandes que ya se sentía estirada. Ella había probado su polla hacía sólo unos momentos y sabía que era aún más grande. Gruñó por lo bajo en su garganta mientras Lachlan mantenía el mismo ritmo lento, tortuoso, que ella con Brock, empujando sus dedos dentro y fuera de su coño, los músculos comenzando a ablandarse, facilitando su camino incluso mientras su entusiasmo crecía más.

Las manos sobre su cabeza calmaron sus movimientos, y tragó saliva alrededor de la cabeza gruesa de la polla de Brock, mientras Lachlan empujaba su polla en su coño. Una embestida larga y firme y luego ambos estaban tan profundamente en su cuerpo como podían estarlo. Juntos, se retiraban lentamente y juntos entraban. Ella gimió mientras su excitación repentinamente saltó más alto.

Los Hombres de Mik 1Onde as histórias ganham vida. Descobre agora