Aᥣmᥲs Coᥒᥱᥴtᥲdᥲs · Tom Rιddᥣᥱ [1] ✔

5- Slytherin vs Ravenclaw

-Arlette-

Hoy es el gran día del partido. Tras la muerte de Myrtle, nos han anunciado que esta tarde se hará su entierro e iremos al gran comedor para hacerle una oración y que el director le dedique unas palabras. Sigo pensado que Rubeus no ha podido ser, además, nunca lo he visto con mascota.

Ato mi cabello en una coleta alta y me subo a la escoba, los Ravenclaw no son competencia para nosotros, es decir, las serpientes siempre ganamos. En el otro equipo juega Jev Rocov, él es buscador. Como Riddle no ha querido jugar hemos unido al equipo a Stephan Hotch, va a tercero.

Abren las puertas y todo el equipo asciende en el aire hasta colocarse cada uno en su posición. El entrenador nos anuncia las reglas y el partido empieza cuando el silbato se escucha.

Vuelo a toda velocidad con mi bate en mano hacia la quaffle que está a punto de entrar en nuestro aro pero la detengo lanzando la pelota lo más lejos del área.

—¡Bien hecho, Carter!— me grita Black.

El partido sigue, estamos 50-30 de ravenclaw, solo falta que Malfoy encuentre la snitch para que ganemos. Vuelvo a batear otra quaffle metiéndola en el aro de nuestro contrincante. «10 puntos para Slytherin». Sigo volando hasta que una bludger viene a gran velocidad hacia mí. Miro en todas direcciones buscando ayuda, pero todos están centrados en Abraxas, al parecer a atrapado la snitch.

Vuelvo a coger velocidad con la escoba para escapar de la pelota encantada, pero sigue persiguiéndome a toda velocidad. De reojo observo las gradas, nadie se ha fijado que una bludger está apunto de asesinarme. Doy una vuelta y de repente la pelota le da a mi escoba partiéndose inmediatamente.

Siento el aire de la caída bajo mi piel, segundos más tarde noto que la caída ha sido parada. Mis ojos se abren de nuevo y veo a Dippet apuntándome con su barita.

—Señorita Carter, ¿está bien?—me pregunta mientras me ayuda a levantarme.

Asiento.

—¡Hemos ganado!—gritan todos.

Todo mi equipo viene corriendo hacia mí y me abrazan alegremente mientras van cantando que han ganado.

(...)

Voy por los silencios pasillos hasta llegar al gran comedor. En la mesa de los leones logro observar cómo mi mejor amiga ríe por algún comentario que habrá dicho alguien. En la mesa de hufflepuf está mi hermano junto a sus amigos hablando, seguramente sobre los exámenes, y en la mesa de las serpientes todos están comiendo a excepción de una persona, Riddle. Está apartado de todos, lee un libro como si el mundo exterior no existiese. No me queda otra de sentarme a su lado ya que todos los sitios están pillados.