Aᥣmᥲs Coᥒᥱᥴtᥲdᥲs · Tom Rιddᥣᥱ [1] ✔

6- El baile (1)

-Arlette-

Abro mis pesados ojos y observo que mis compañeras de habitación están corriendo por todos lados como si fueran locas.

—¿Qué demonios os pasa?—pregunto levantándome de la cama.

—Hoy es Halloween, idiota—escucho a una irritante Lucretia.

Cojo a Hércules y lo subo a mi cama para acariciarlo.

—¿Qué más da que sea Halloween?—pregunto acariciando a mi peludo compañero.

—Esta chica es tonta—le susurra Lucretia a la otra chica que hay.

Quiero matarla. ¡Por Merlín! Como la odio.

—Verás—empieza a explicar Savannah—Halloween es el día del gran banquete en el gran comedor pero eso no es lo importante, lo importante es que a partir de nuestro curso ¡hacen un baile!—dice emocionada.

—¿Un baile?—pregunto frunciendo el ceño.

Los bailes suelen ser en navidad o cuando nos graduamos.

—¿Nunca has oído hablar de los bailes de Halloween? Dicen que son espeluznantemente mágicos.

Ruedo los ojos y voy a por mí túnica para salir de aquí en dirección a clase.

(...)

—Qué tontería.—digo tumbándome en la hierba.

—No, no lo es, un baile es genial en cualquier época del año, solo te molesta porque no tienes pareja. Y es esta noche.—dice Venus.

—Tú tampoco tienes pareja.

Escucho la risa de mi mejor amiga.

—Te equivocas, me han pedido ser su pareja cuatro chicos. Pero solo a uno le he dicho que sí.—escucho su voz con arrogancia. ¿Quién es la Slytherin de las dos?

—¿Quién es el afortunado?—le pregunto.

—Lo verás esta noche.

Levanto las cejas con una mirada pervertida.

—¿Es Max?—pregunto intrigada.

Ella niega con la cabeza.

—Es que, simplemente nunca había escuchado que en Hogwarts hicieran baile por halloween. Es absurdo.

Mi mejor amiga abre la boca para decir algo pero sus palabras quedan selladas en un profundo silencio al observar algo detrás de mí. Mejor dicho, alguien.

—Buenos días Riddle—saluda cordialmente Venus.

Giro mi cuerpo para encararle. Hoy luce bien, muy bien. Su mata de pelo negro como la oscura noche está alocadamente revuelta por su cabeza y cortos mechones le caen por la frente. Sus fríos ojos grises que examinan cada parte de mi ser hace estremecer mi cuerpo, por no hablar de su alisada y perfecta ropa que no tiene ni una arruga. Siempre luce bien, es una lástima que sea el diablo en persona.