Parte 4

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-Lo haremos- Susurro Christian aún con su voz temblorosa.- Pero lo harás a mi modo, en el momento en que el carro de basura llegue vas a quedarte ahí hasta que yo mismo venga a sacarte y ponerte en el- Dahian lo miro confundida.- Me haré pasar por un empleado, así puedo estar seguro de que tu estarás bien- La castaña sonrió, aún no había hecho nada y ya sentía la adrenalina recorriendo su cuerpo, tomó las manos de Christian mientras esté ahora tenía una aire de seguridad.-De ahí no iremos de inmediato para Europa, y lo haremos por el mar, le pediré a mi padre el barco, diré que tengo que hacer algunos negocios en el- Christian hablaba y hablaba sin parar y Dahiana solo escuchaba atenta el plan, parecía que todo iba a salir tan perfecto, claramente no se quedarían en un solo lugar, estarían moviéndose de ciudad en ciudad y país en país, de alguna forma eso le parecía demasiado excitante a Dahian.

Dahiana estaba sentada en la pequeña cama de su celda mirando hacia el techo agrietado, sus manos estaban entrelazadas sobre su abdomen aún adolorido, su respiración era tranquila aunque su corazón andaba a mil por hora, tenía miedo de que el plan fallara, ella no quería seguir cometiendo errores, cerró sus ojos y se imaginó con Christian en medio de la nada, en un isla desierta, haciendo el amor, mirando los amaneceres y los atardeceres, prometiéndose amar toda la vida, pero abrió los ojos algo sorprendida cuando pensó en un bebé, nunca había pensado en tener hijos, no se consideraba alguien que podría llegar a ser una buena madre, ¿cómo una persona tan rota podría llegar a formar y construir una buena vida para una criatura indefensa?

El grito de una de las guardianas la hizo salir de su pequeña fantasía.-Hale tiene visita- Dahiana miró con confusión a la mujer, hace menos de dos horas que Christian se había ido.

Mientras caminaba hacia la sala de visitas empezó a creer que Christian había regresado a arrepentirse del plan, aunque así fuera, lo entendía y no se iba a oponer si él así lo decidía, pero para Dahiana la sorpresa fue mayor cuando sus ojos chocaron fuertes con una cabellera dorada, aunque ahora más larga y ondulada, podría reconocerla a simple vista, sin ni siquiera ver su rostro los ojos de Dahiana se humedecieron al instante y casi siente desmayarse cuando los recuerdos empezaron a llegar como oleadas

Mia se giró hacia Dahiana con una amplia sonrisa, mientras que detrás de ella entraba por la puerta un Thomas maldiciendo

-Me debes muchas cosas en la vida Dihi, odio venir a este maldito lugar

Dahiana lo miró divertida pero su sonrisa desapareció al instante de su rostro cuando volvió a encontrar los ojos de Mia, no sabia que decir, la última vez que la vio fue en el juicio, pero la Mia de ahora estaba diferente, parecía estar muy bien, con su ropa costosa y sus tacones Gucci, era la Mia que recordaba desde pequeña

-Estoy bien Dahiana, se lo que estás pensando, te conozco- Mia hablo por fin, mientras movía su cabello.-Estuve internada solo algunos meses, y ahora me han dado libertad condicional, no tienes de que preocuparte- Dahiana no lo soportó más y dejó que sus lágrimas rodaran por sus mejillas mientras intentaba sonreír, abrazo a Thomas quien le dio pequeñas palmadas en su espalda intentando calmarla, les pidió perdón una y otra vez entre sollozos y cuando finalmente se calmó abrazo a Mia.

Se sentaron y hablaron de anécdotas que vivieron juntos de pequeños, reían fuerte y por un momento logran olvidarse que estaban en una cárcel, pero Dahiana tuve que romper el momento y contarles lo que estaba planeando con Christian

-Es demasiado arriesgado- Thomas suspiró mirándola serio.-Podrían meterse en serios problemas, los dos

Mia solo escuchaba la pelea entre los dos hermanos y los detuvo diciendo que apoyaría a Dahiana de cualquier forma, como siempre lo había hecho, Thomas la reprendió, estaba enojado, no le gustaba ver a su pequeña hermana en una cárcel pero tampoco quería que fuera un fugitiva de la ley

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