Parte 5

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La oscuridad de la noche era realmente intensa, en el patio tres donde se encontraba Dahiana un pequeño bombillo colgando de un cable casi para caerse iluminaba los pasillos de las celdas. Era el día, Mia y Christian estaban dispuestos a sacar a la peli castaña de ese horrible lugar, por otra parte Thomas se quejaba una y otra vez

-Este plan es lo mas absurdo que ustedes, par de idiotas, se pudieron inventar

Mia sonríe con picardía como siempre, mientras Chris ignoraba a Thomas, tenía los ojos puestos en la carretera, había tomado un automóvil, pensaron que el camión de basura sería muy evidente.

Dahiana tiene que llevar todos los residuos a la habitación de basura, era su mejor oportunidad, Rosé acompañaba los pasos inseguros de la peli castaña, se movían temblorosas, atentas a no llamar la atención, la mujer regordeta ayudó a meter a Dahian en el enorme bote

-Ojala esto valga la maldita pena, porque el olor es insoportable- Rosé la miro con gracia mientras bajaba la tapa del recipiente, llevándolo a la puerta donde siempre era recogido por el camión, una de las guardia tomó el bote

-Reclusa, ¿dónde está su compañera?- La guardia preguntó mirando fijamente a Rosé

-Ella está enferma... ella, bueno está en enfermería- Sus palabras trataron de trabarse en su garganta pero al final la mujer con uniforme no le presto mucha atención, afirmó con su cabeza y le pidió que volviera a la celda

La guardia llevaba el bote por los pasillos iluminados por una luz tenue que le daba un aspecto mucho más escalofriante al lugar. Dahiana estaba a solo unos metros de su casi libertad y su amado a unos cuantos minutos de ella. Cada cosa estaba saliendo según el plan pero en el momento en que el camión llegó al lugar respectivo Christian noto cuando una de las guardias empezó a verificar los tres botes de basura, los nervios lo estaban martirizando.

-Espero que esa mocosa se haya cubierto bien de basura, o sino yo mismo la voy a volver basura

-THOMÁS!- Mia y Christian gritaron a la vez mirando hacia la parte de atrás del auto donde se encontraba el hermano de Dahiana, su expresión fue semejante a la de Dahiana cuando se sentía en apuros, Christian respiro hondo y siguió pendiente de su pequeño sol, lo único que necesitaban era distraer un momento al hombre del camión mientras Dahiana salía del bote, pero ahora todo se veía tan lejano y difícil.

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