Parte 10

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-Por esa razón no te lo quería contar.- Dahiana hablo con la boca llena de pan hacia el castaño quien la miraba horrorizado- Chris, solo fue un mal sueño, relájate, nada me va a pasar.- Ella tragó el pan y le dió una mirada tranquilizadora al hombre de su vida- Ni a mí, ni al bebé, ¿Está bien?

-Tú no puedes asegurarme eso.- Christian movía sus piernas de forma inquietante debajo de la mesa- Yo debería ser quien te cuide y proteja siempre.

-Está bien cariño, no siempre puedes ser el héroe de esta historia, sabes?

-Sería cualquier cosa por ustedes dos.- Dahiana se sonrojo, y siguió comiendo de su desayuno para evitar que Christian la pusiera como un tomate, su mente no dejaba de repetir una y otra vez el sueño, aunque lo intentaba alejar, siempre volvía

La brisa en Malta tocaba los cabellos ondulados de Dahiana, mientras esta tenía su cuerpo recostado sobre el marco de la venta

-Realmente me quiero quedar acá.- Su voz era casi un hilo, pero Christian la pudo escuchar

-Nos quedaremos si eso quieres, de hecho lo he pensando y es un lindo lugar para ver crecer al bebé

-No lo sé Chris, quedarnos en un lugar, eso sería demasiado arriesgado.- La castaña suspiró mientras retiraba un cabello que ahora le estaba molestando en su rostro- Ya sabes lo que ocurrió la última vez, no nos pueden hallar con la guardia baja.- El recuerdo del sueño volvió fuerte a su cabeza ocasionando que Dahiana se encorvara un poco

-Dahia, estás bien amor?.- Christian llegó de inmediato a su lado, tomándola de los brazos y llevándola hacia la cama

-Estoy bien, solo fue una picada en la cabeza.- Sus ojos recorrieron el rostro preocupado de Christian- Blake, quiero cambiar de lugar.

-Pero hace un momento dijiste...

-Lugar de vivir, aquí no me agrada, no me siento segura.- Ella suspiró y paso su mano derecho por su vientre- Un lugar donde escapar fuera menos difícil.

-Entiendo.- El castaño se levantó rápidamente y tomo algunas cosas para salir

-Iras a buscar algo de inmediato?. Dahiana seguía sintiéndose un poco mareada por el dolor en la cabeza

-No podemos perder tiempo cariño, lo sabes.- Ella afirmó con la cabeza, se levantó llegando hasta donde estaba Christian y le dejo un casto beso en sus labios

-Por favor cuídate mucho, no dejes que vean tu rostro.- Dahiana tomo una gorra que había cerca a la puerta, colocandosela a Christian- Guapísimo como siempre.- Él la miro como si cada palabra que saliera de los labios de Dahiana fuera energía para su cuerpo

-Manten el celular encendido por favor, cualquier cosa yo estaré pendiente del mío.- Los ojos grises de Christian la miraba con autoridad y precaución, mientras Dahiana le sonreía timida

Christian salió hacia una residencia que le había llamado mucho la atención cuando habían llegado a Malta, era bastante cerca al muelle, y la vista debería de ser espectacular.

Camino lo más rápido que pudo, no quería dejar mucho tiempo sola a Dahiana, le preocupaba que esos dolores de cabeza tuvieran algo que ver con el sueño, además él más que nadie conocía lo impulsiva que podría llegar a ser Dahiana.

-Buenos días, bienvenido, en qué puedo ayudarle?.- Una joven con una sonrisa reluciente e impecable le hablo a Christian cuando este entro a la residencia que tanto le había llamado la atención

-Hola, me gustaría saber el precio de las habitaciones

-Por supuesto.- La joven, no dejaba de sonreírle y pasarse las manos por su cabello una y otra vez mientras se volteaba para tomar un libro que puso frente a Christian donde se encontraban los precios de las habitaciones.

Christian las miro detenidamente, había precios por semana, por mes y por años, pensó en las palabras de Dahiana hace un momento y no pudo evitar imaginar quedarse años ahí, viendo crecer a su pequeño bebé, pero también era cierto que eso era demasiado peligroso, además que no podían estar gastando el dinero como si nada.

Mientras pasaba las hojas del gigante libro la joven llamo su atención -Perdón guapo, pero para ti te recomiendo las habitaciones que están en el quinto piso, son para una sola persona, además tienen una vista maravillosa...

-Lo necesito para dos personas, no, mejor que sea para tres.- Christian la frenó antes de que siguiera hablando con ese tonito tan molesto

-¿Tres?.

-Si, qué es lo que le sorprende?.- Christian empezaba a dudar si era buena idea traer a Dahiana a ese lugar

-No es nada, podría entonces ofrecerle está habitación.- La mujer dejo de mirarlo a los ojos para mirar el libro y señalar una página, dónde había una habitación que se acomodo perfecto a lo que Christian estaba buscando

-Esa me gusta, podría por favor apartarla para dos meses?.- Christian hablaba mientras buscaba el efectivo, había podido sacar una cierta cantidad de dinero, pero ya no era mucho

-Está bien, lo único que le pedimos por favor es evitar hacer mucho ruido, puesto que ese es un pasillo exclusivo para personas con familia

Perfecto, pensó para si.

Afirmó con la cabeza mientras la mujer continuaba intentando coquetearle de forma descarada

-Algo más?.- La joven sonrió

-No, solo debo ir a traer a mi esposa.- La joven retrocedió un poco y Christian se sintió satisfecho, aunque ahora que lo pensaba, él ni siquiera le ha pedido a Dahiana que se comprometan, así que tuvo la idea de que lo haría hoy mismo- Podría arreglarse una cena en el balcón para cuando yo llegue?.

-Nunca hemos hecho eso, pero podría hablarle a alguien que conozco que se encarga de eso.- La joven mujer tomo el teléfono y llamo de inmediato - Hola, estás libre para hacer una cena hoy en la residencia?, Si, ¿A qué hora necesita que esté lista?

-7 pm

-7 pm, bueno, no lo olvides, está bien, adiós. Está hecho, mi amigo vendrá hoy y lo tendrá listo a las 7

-Muchas gracias, debo dejar pago?

-No se preocupe, señor?

-Blake, Christian Blake

-Señor Blake, con este formulario sobre la habitación será más que suficiente, luego podrá cancelar lo de la cena

Christian empezó a llenar el formulario cuando de repente su celular empezó a sonar, él de inmediato dejo el lapicero y se dispuso a responder

-Blake, no sé que ocurre, tengo demasiado dolor, creo que algo anda mal.- Dahiana se escuchaba desesperada por el teléfono

-Espera cariño, habla despacio que no te entiendo

-Chris, el bebé, algo anda mal, siento mucho dolor y aún no está para parto, aún falta un mes

-Calmate, ya voy para allá nena, respira hondo y acuéstate en la cama, estaré allá en menos de 5 minutos.- Blake salió corriendo de la residencia, estaba bastante lejos, pero eso no le importo, corría lo más rápido que sus piernas se lo permitían, le ardía el pecho pero ignoro el ardor, lo único que le importaba era llegar pronto a hasta donde estaba su bebé y Dahiana.

*Hacia ya mucho que no publicaba, espero les guste. Creo que aprovecharé la cuarentena para adelantar varios cap*

Besos de chocolate.

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