Shrek, el amigo con malas influencias

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Dylan aún recordaba sus primeros días en Cerralvo.

Había llegado sin nada, herido por lo vivido en Terrian, creyendo que no podía amar y por lo tanto nadie podía amarlo.

Grande fue su sorpresa cuando Amanda lo acunó bajo su manto. Y le dio todo el amor que una madre podía darle a un hijo.

Habían sido buenos días, Dylan hacía trabajos de albañil o de cualquier otra cosa que se requiriera en el momento, Tali tenía un trabajo de camarera en Terrian e iba a una escuela pública muy cerca de Cerralvo y Amanda cuidaba la casa y hacía trabajos de costura remendando ropa.

Dylan había madurado mucho gracias a que se partía la espalda trabajando, nunca antes lo había hecho, todos los recuerdos que portaba del humano, eran sobre fiestas, alcohol y una buena vida dentro de una familia rica.
Así que la vida en Cerralvo lo estaba curtiendo.

Después de su gran escape de Terrian había decidido no volver a pensar en el hecho de que no era humano, iba a enterrarlo, dejarlo atrás, él mismo se sentía humano, así que ¿Por qué tendría que seguir torturándose?

El único problema que lo atormentaba era el hecho de que ni Amanda, ni Tali, lo sabían y nunca podrían saberlo, Dylan sabía que si se enteraban, jamás volverían a quererlo.
Ya vería qué hacer cuando empezaran a notar que no envejecía, se las arreglaría, pero hasta entonces, no se preocuparía.

A pesar de estar siempre cortos de dinero, tenía una buena familia.
Una familia que lo quería y eso valía más que todas las toneladas de dinero que pudiera desear.

Él estaba feliz y había llegado a estar en paz consigo mismo.

Hasta que Amanda enfermó.

Había empezado como una simple gripa, Dylan y Tali hacían lo que podían para cuidarla, pero la cosa se había complicado. La noche anterior ninguno de los dos había pegado ojo por estar al pie de ella, cambiando los paños mojados de su frente para bajar la fiebre.

Tali había faltado a la escuela aquel día para quedarse a cuidar a su madre y Dylan se había ido a realizar trabajos extra para conseguir dinero para los medicamentos.

-Encantador - Shrek lo llamó con insistencia, intentado sacarlo de sus pensamientos.
A Dylan le tomó un momento mantener los ojos abiertos para voltear a verlo.

-¿Qué sucede? -

-¿Estás seguro de que puedes con esto?-

Dylan asintió, intentando no dejarse vencer por el cansancio.

-Por Amanda - contestó.

-Por Amanda- repitió Shrek- Todo el maldito pueblo la quiere, no la vamos a perder -

-¿Hace falta mucho camino aún? -

Shrek detuvo la caminata y observó el perímetro.

-No lo sé, Germán dijo que por aquí podríamos encontrar una buena presa -

Ambos se encontraban en Pino Alto, un bosque localizado a hora y media de Cerralvo. Shrek y Dylan planeaban cazar un buen ciervo y vendérselo a Iván Mortero, el dueño de la carnicería de Cerralvo y el único hombre que no vivía al día con el dinero justo.
Sacarían una buena suma si atrapaban un bonito ciervo. No tenían competencia, muy poca gente cazaba en Pino Alto por la distancia que tenían que recorrer de Cerralvo hasta llegar a él.
Afortunadamente Shrek había conseguido una vieja camioneta de redila donde transportarían al ciervo una vez que lo tuvieran.

- ¿Tienes buena puntería, Shrek? -

El aludido rió.

-Tengo una puntería de mierda, pero el hambre me hace ser más preciso ¿Y tú? -

ALMAS DE ACEROWhere stories live. Discover now