Je vais t'aimer

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El grupo de caza partió la mañana siguiente para buscar rastros del animal que había salvado mi vida. Lo que encontraron fueron los restos que quedaron del superior y unas cuantas huellas de animal sobre la tierra.

Una parte de mi estaba aliviada de que el superior estuviera muerto y no corriera a contar el chisme a Bastian, pero la otra estaba un poco preocupada por la clase de animal que rondaba el bosque.

De cualquier forma, se tomaron medidas, se redujo el perímetro de caza y los cazadores comenzaron a salir en parejas. Las precauciones no afectarían demasiado la cantidad de provisiones, puesto que con los víveres que nos enviaban de La rebelión podíamos apañárnoslas perfectamente.

Dylan entró poco antes de que yo tuviera que irme a mis clases y extendió su brazo mostrando la presa que me había traído del bosque.

Nix.

Lleno de hojas, tierra y sangre.

¡Sangre!

-¡Nix! – chille, en cuanto lo vi colgando de la mano de Dylan y luciendo horriblemente sucio y enfurruñado.

Dylan lo sujetaba del pellejo de su cuello, como si se tratara de un conejo.

Me acerqué corriendo y extendiendo mis brazos para rescatarlo de su captor. Lo único que me gané fue un gruñido y unos cuantos arañazos antes de que Nix corriera debajo de la cama.

Me indigné.

-¿Qué pasó? ¿Por qué esta herido?- pregunté, dándome la vuelta para mirar a mi novio. Él  solo meneó la cabeza, enojado.

-No es su sangre – respondió.

Cerró la puerta tras de él, se sacó las armas que llevaba encima y se dirigió a la cocina por un vaso de agua. Lo seguí esperando por más información.

-Tu hijo andaba merodeando cerca de los restos que encontramos del superior – acompletó.

-¿Ahora es solamente MI hijo?-

Dylan me miró con cara de pocos amigos. No me quedó de otra que acercármele, abrazarlo y ponerme en modo melosa.

-No te enojes con él, anoche lo corrimos de la cabaña, debe de estar enojado con nosotros también –

Me colocó una mano sobre la cabeza, dejando el vaso sobre la mesa y sonrió.

-Ese no es el problema –

-¿Cuál es entonces?-

-Uno que involucra agua, jabón y muchos aruñones -

OH NO.

Sacar a Nix de debajo de la cama fue todo un reto, pero bañarlo fue una guerra, peor que la guerra que estábamos librando contra Bastian.

Me largué a medio baño excusándome con mis clases y dejando a Dylan enfurruñado y a Nix furioso y lleno de jabón.

No me sentí tan mal porque sabía que a Dylan se le curarían más rápido las heridas que Nix pudiera infringirle.

Había pensado que después de las clases podría ir directa a mi cabaña para al fin pasar una noche tranquila después del ataque del día anterior y la epidemia de vómitos que el campamento sufrió, pero no había contado con mis responsabilidades como la única conocedora de una lengua muerta.

En cuanto dejé salir al último niño y terminé de hablar seriamente con Luigi acerca de las palabrotas, me encontré de frente con Dellarian, quien me esperaba afuera. En su mano llevaba la pequeña radio.

Me sonrió y la señaló.

-Han estado llegando por montones, no quise molestarte mientras ayudabas a Mara con los enfermos, pero no podemos seguir dejándolos pasar –

ALMAS DE ACEROHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin