II

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Era un súper genio, pero era un súper idiota para socializar.

El hecho de que Bob se hiciera su amigo fue porque lo humilló mientras él estaba exponiendo una clase.

Bob lo mataba con la mirada cada que le hacía alguna pregunta acerca del tema, y aunque él ya sabía todo lo relacionado, era divertido ver cómo el pobre chico se estresaba.

Luego de eso, Bob se acercó a él para recriminarle que por su culpa le habían puesto un 5.9 en su exposición y por desgracia, no subía a 6.0, pero en lugar de que Frank se inmutara por todos los insultos dirigidos a su persona, se ofreció a ayudarle a subir su calificación.

Una oferta muy tentadora para el pobre de Bob, quien estaba a punto de reprobar el semestre.

Quizá el hecho de ser un súper genio no era tan malo a veces, pero otras veces, por más temas que pudiera conocer y más problemas matemáticos que pudiera resolver, su inteligencia jamás le ayudaría a a socializar.

Quizá por eso el chico que estaba frente a él, no dejaba de mirarlo con una cara de completa confusión.

—...Y por eso es que te pido que te retires de mi lugar— terminó de hablar Frank después de diez minutos— Por los gérmenes.

El chico con cabello pelirrojo y cuerpo afeminado, simplemente se limitó a observarlo con una ceja enarcada, algo que impacientó a Frank.

—¿No sabes hablar acaso?— preguntó Frank un poco desesperado— Porque puedo ayudarte a...

—Sé hablar perfectamente— respondió el chico— Pero creo que no has notado que las bancas son compartidas y que todos los lugares están ocupados.

—¡Ni siquiera dejo que Bob se siente a mi lado!— exclamó Frank sintiéndose aun más desesperado al ver que el chico no dejaba de contaminar su lugar— ¡Y eso que convivo con él!.

—Pues ahora conviviras conmigo— dijo el chico con una sonrisa inocente— Pero si quieres uso gel antibacterial.

—Lo hubieras usado antes de sentarte.

—Lo hubiera usado si hubiera sabido que éste lugar era de un maniático de la limpieza.

—Solamente me preocupo por mi salud— dijo Frank con un pequeño tono molesto— No tiene relevancia, sólo no me estés interrumpiendo en clase.

El chico asintió mientras sonreía de nuevo y cruzaba su pierna izquierda sobre la derecha.

Frank rodó los ojos inevitablemente y caminó hacia su lado de la banca. Terminaba de sentarse cuando el profesor entró al aula.

—Me han informado que hay un nuevo chico— dijo el profesor examinando a todos— Por favor, preséntese.

El chico pelirrojo al lado de Frank, se levantó con una pose segura y una sonrisa ladina.

Frank rodó de nuevo los ojos.

—Mi nombre es Gerard Way— dijo el chico— Y vengo de la facultad de artes.

Todos lo vieron con rostros sorprendidos, incluso el profesor. Pero aunque Frank estaba sorprendido, no pudo evitar no taparse el rostro al escuchar eso.

Que vergüenza que aquél chico este sentado a su lado.

—¿Y que hace un chico de artes en la facultad de ingenierías y ciencias?— preguntó el profesor con una sonrisa un tanto burlona—.

—Mis padres querían que estuviera aquí— explicó Gerard encogiéndose de hombros—.

—Pues bienvenido— dijo el profesor con una sonrisa maliciosa— Siéntete afortunado de estar sentado al lado de Frank Iero— dijo el profesor señalando al chico— Es un súper genio, con un I.Q. de 237.

Gerard pudo escuchar a sus espaldas que alguien se reía levemente, claramente se reían de él.

—¿237?— preguntó Gerard con una ceja enarcada y con tono sorprendido— Vaya, es fantástico saber que el chico genio me ayudará a ponerme al corriente.

Frank volteó un poco alarmado a ver al profesor, ¿de verdad lo obligarían a ayudarle al chico nuevo de artes?

La sonrisa del profesor se lo dijo todo.

I.Q. [Frerard]Where stories live. Discover now