Capitulo 4

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Julia y Sabela se miraron entre sí ya que, al ser un número desconocido, podría ser cualquier persona.

Al desbloquear el móvil vió un simple "Hola!". La gallega no tardó en responder.

Número desconocido

Hola!

Hola, quién eres?

Perdona Sabela, no te
avisé. Soy Marilia

Tras esa aclaración, la gallega dejó el aire que se había concentrado en sus pulmones y contestó.

Tranquila, no te preocupes.
Pero, como tienes mi número?

Me lo dió Julia.
No te importa,no?

En ese momento la gallega lanzó una mirada a su amiga que no entendía nada de lo que estaba pasando.

- Me lo dió Julia.- leyó con acento canario - ¿Por qué le diste mi número?

- No se, se le veía emocionada por tenerlo - las palabras de la gaditana le sacaron una sonrisa a Sabela. - Me dijo algo de unas clases o no sé qué.

A la gallega se le habían olvidado las clases que tanto necesitaba Marilia. Así que decidió concretar un día.

No, claro que no
me importa. Cuando
te viene bien tener la
primera clase?

Pues no sé, si quieres
hoy vamos al café
que hay aquí al lado.
Te paso a recoger a
las 5 ️❤️

Vale ️❤️

Cuando la gallega levantó la mirada con una gran sonrisa en el rostro, su compañera de cuarto estaba haciendo una cara muy extraña a la vez que pillina

- Madre mía, estás más pillada que una videollamada del WhatsApp - dijo la gaditana entre risas. Su compañera le dió un puñetazo en el brazo. - ¡Au!

- Te lo mereces.

- No te quejes, te he juntado con tu Crush. ¿Que día habéis quedado?

- Pues... - dijo la gallega tímidamente - hoy hemos quedado para contratar cuando haremos las clases y eso.

- Madre mia, que rapidita va la canaria,¿no?

- Julia, tiene novio.

- Ya, pero nunca se sabe Sabeliña - volvió a hacer la cara extraña de antes.

- Me voy a duchar que en una hora viene para aquí.

- Shavala ¿cuántas veces te duchas tu al dia? ¿Cinco?

Tras ese comentario, la gallega cerró la puerta del baño riéndose para empezar a prepararse.

Al cabo de cincuenta minutos, ya estaba preparada del todo, así que empezó a mirar las redes sociales. De repente tocaron a la puerta. Sabela pegó un salto de la cama y Julia se rió de su reacción. La del pelo liso abrió la puerta y vió a la chica de sus sueños. Marilia iba con una sudadera gris y unos leggins negros. Aunque iba muy básica, la gallega se enamoró.

- Hola. ¿Vamos? - dijo la chica con el pelo rizado con un tono dulce.

- Cla-claro. - Sabela se sentía estúpida ya que cada vez que intentaba hablar con la canaria, tartamudeaba.

Marilia se rió muy dulcemente y Sabela se despidió de su compañera de habitación.

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Este es un poco más corto, sorry. ¿Que os está pareciendo?

~❤️~

Como quieres que te quiera | SabiliaWhere stories live. Discover now