Como quieres que te quiera | Sabilia

Capitulo 23

Como por dentro del club Sabela no encontraba a Marilia, decidió salir de él. Allí estaba la canaria, apoyada a la pared con un cigarrillo en la boca encendido.

- En teoría tu no fumas Marilia... - susurró la gallega mientras se acercaba a la del pelo rizado.

- En estos meses he cambiado un poco. He dejado de ser yo misma. Ahora lo único que hago es ir agarrada de la cintura de Joan mientras vamos en su moto y no tener más vida social con otra gente. Fumar me ayuda a desestresarme. Estoy reprimida por mi "novio" - hizo comillas con los dedos - y por mi familia. No ven normal que haya salido con una chica.

- Yo... Perdona.

- No es tu culpa que mi familia sea así. - dijo sin entender nada.

- No, no es por eso. Es por todo - la otra chica la miraba expectante - perdona por no haberte escuchado cuando debía. Por no haber tenido la valentía de hablar contigo cuando estabas aquí viviendo. Por no ser lo que mereces... - y se le cayó una lágrima que Marilia limpió.

- Sabela, ya te he perdonado. Tranquila. África me dijo que fuiste a buscarme y que ya no estaba. - la gallega asintió - Encima, debo ser yo quien se disculpe. Perdona por no responder a tus mensajes, no podía. Ya sabes, por mi familia y eso...

- Vale, te entiendo. - se pasaron unos minutos mirándose sin decir nada, tan solo escuchando el tráfico de Madrid hasta que Marilia volvió a hablar.

- Sabela, te quiero.

- Yo más Marilia, yo más... - y lágrimas empezaron a caer sobre las mejillas de ambas chicas. - te he echado de menos. Deseaba que algún día tocaras mi puerta y que todo volviese a ser como antes, pero ya veo que no es posible.

- No te mereces esto Sabela. Lo siento muchísimo.

- No nos lo merecemos ninguna. Tú estás obligada a estar con alguien que no quieres y yo no puedo estar con quién me tiene enamorada. Porque si, sigo enamorada de ti. Y creo que no va a cambiar en mucho tiempo.

- Yo también sigo enamorada de ti Sabela. - entonces Marilia se tiró a los labios de la gallega, pero ella giró la cara.

- Lo siento. Si hago eso, me dolerá más que te vayas. - entonces empezó a llover. Marilia soltó una dulce risa. - ¿De que este ríes?

- Pues que esto parece una película - dijo mientras lloraba y reía contagiando ese sentimiento a Sabela.

- Echaba de menos tu risa. - se volvieron a mirar, pero esta vez sus miradas transmitieron todo el amor que sentían la una por la otra. - Lo siento.

- ¿Por qu - no le dió tiempo a acabar ya que Sabela junto los labios de ambas. Al separarlos estaban empapadas y con las pupilas dilatadas. Al segundo de eso, una voz chillaba el nombre de Marilia.

- ¡Marilia! ¡Hay que irse hacia el hotel!

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No sé qué poner aquí jeje

~❤️~