Soy un ¡DIOS SUPREMO! en otro mundo - Arco I: The Fallen Demon king

19. Traición

Esperé hasta el amanecer y porfín Siegyn llegó, se le veía botando vapor por su cuerpo y no era por que esté agotado, sino porque por dentro su cuerpo estaba sumamente hirviendo del poder que aún mantenía activo de la pelea que tubo. Luego de que pudiera verme junto a su espada en mi costado, comenzó a caminar y mientras que el sol en su tras continuaba su curso de movimiento, su sombra se iba dispersando dejándome ver que había algo más entre sus brazos oculto por su misma sombra. No me había dado cuenta de su presencia porqué la energía de Siegyn opacaba a la suya por estar tan debilitada pero sí, era ella.

_¿Rayzel?_ veía con la mirada medio cerrada por la luz que llegaba a mis ojos y dudando en si lo que miraba era cierto, que Siegyn traía en sus propios brazos a Rayzel y envuelta en un gran trozo de tela como un manto cubriendo su cuerpo desnudo.

Y así, mientras se acercaba el sol le llegó a su delante y su cuerpo incandecente volvió a ser normal como el repentino cambio de la noche al nuevo día. Cundo puse mi mirada en sus brazos, nada más pude ver a una Rayzel totalmente agotada, su fragil cuerpo no parecía tener alguna lesión o herida, sinceramente es como si solo se halla quedado dormida y no lo que enverdad sucedió. Cuando llegó yo ya estaba puesto de pie frente a él, cruzamos miradas inexpresibles por unos segundos en que ambos decidieramos hablar primero.

En verdad no había mucho de que hablar, yo por mi parte no quiero regañarle por las consecuencias que contrajo su la batalla ya que también era mi deber detenerlos pero no lo hice por tres razones: uno, fueron los soldados de este reino los que iniciaron esto, de no haber sido por ellos su ciudad estaría intacta; dos, el conflicto entre ellos dos era algo que no podía impedirse a la fuerza, ambos se odiaban mutuamente hasta casi llegar al límite de matarse entre ellos y además quería saber qué tan reales e intensas podían llegar a ser las emosiones de los NPC; tres, no es raro que lo diga pero la conclusión de esta pelea era más que prevista, no existe jugador o NPC con la capacidad de enfrentar a Siegyn en su 100%, a menos no de los míos; y además, estaba seguro que este conflicto no llegaría a terminar hasta que uno de ellos muera, era más como por ejemplo una pelea de dos niños hermanos por decidir quién de los dos es mejor en algo y ninguno pararía hasta demostrarlo, solo que a diferencia ellos no son niños.

Como no había razón para que hable, fue Siegyn quien lo hizo.

_Mi rey... lo han traicionado._ sin embargo, lo que dijo me dejó en suspenso y me quitó la calma y el cuidado que mantenía hasta ahora.

_¿Siegyn? ¿Qué acabas de decirme?_ anque quería mantener esta actitud calmada, las palabras que dijo agitó levemente mi forma de hablar y se podía notar la seridad con la que lo dijo. «¿Una traición? Pero... si no conosco a nadie que sepa tanto de mí. ¿Quién pudo?» pensaba en quién hizo sin darme cuenta antes de la berdadera pregunta. «Un momento, me he puesto a buscar culpables cuando ni siquiera sé cómo me han traicionado. Debo prestar más atención cuando converso con alguien.» aclarando esto, proseguí a preguntar lo primero. _¿Y cómo es que me traicionaron,?_ pregunté, a lo que Siegyn solo se limitó a decir una cosa.

_Rayzel._

_¿Rayzel? No entiendo. ¿Qué tiene que ver? Acaso... ¿es ella? ¿Rayzel es la traidora?_ sacaba susposiciones y me desvíe nuevamente de lo primero.

_Ella no es la traidora._ respondió

_¿Y por qué mencionaste a Rayzel?_ cieetamente tampoco lo creía, esto de la traición me ponía un poco tenso y no me dejaba pensar con claridad.

_Es por que es Rayzel la consecuencia de la traición._ aclaró Siegyn, dándome más preguntas que respuestas.

«¿Eh? No entendí nada de nada.» después de mucho tiempo me sentí como un tonto, no era de extrañarse sabía que tarde o temprano mi actitud antisocial me daría una mala jugada. _Disculpa Siegyn eh.... podrías aclararme lo que dijiste._