46. Porque me Importas

377 34 3
                                    


[Glaer] 

Al despertar, no pensé que hubiera alguien a mi lado. No tenía amigos ni nada cercano a ellos en mi vida, por lo que nadie se acordaría de mí. Incluso al convertirme en capitana de una orden de caballeros, lo único he podido hacer es dar órdenes a la distancia sin tartamudear. Pero, por alguna razón él estaba aquí. El capitán Kelra estaba en todo este tiempo en que estuve dormida sentado a mi lado. Y cuando lo ví me sentí sorprendida y no me pude evitar exaltar muy asustada a la vez. 

_ Que-que-que-¡¿Qué hace usted aquí y tan cerca de mí?!_ pregunté muy nerviosa y al mismo tiempo me eché hacia un costado para mantener la distancia de él. Antes al despertar, estaba desvestida de mí armadura con solo mi ropa. Y como estaba él muy cerca, me dió mucha vergüenza que él me viera durmiendo. _ ¿Uh…? ¿Ca-capitán?_

Pero luego pude notar al capitán Kelra verse muy diferente a la primera vez que nos conocimos. Su mirada parecía inamovible a mirar al suelo y su expresión había cambiado. Ya no se veía nada tranquilo y confiado como lo recordaba, ahora era una expresión tan desolada y vacía como si algo le haya pasado. 

_ Te llamabas Glaer… ¿no?_ pero de manera espontánea, el capitán Kelra volvió a hablar. Y a su extraña pregunta yo respondí asentiendo con la cabeza. _ Dime… no te pasó nada ¿verdad?_

_ ¿Eh? Pu-pues no, no siento que me haya pasado nada a mí._ contesté un poco asustada por su repentina pregunta. Pensé que por lo que me decía, me había pasado algo en verdad pero al tocar mi cuerpo en cada parte no sentí que haya perdido una extremidad o que tenga una herida muy grave. _De hecho… me siento bien por el tiempo que me mantuve dormida._ dije luego bajando el volumen de mi voz un poco avergonzada al respecto.

_ Qué  alivio…_ aunque sonara apaciguado y quisiera parecer fuerte aún, su rostro seguía viéndose triste. No era para nada la misma persona. Al verlo así, no podía seguir fingiendo que no lo notaba, así que hablé al respecto de lo que pasó. 

_ A-em… capitán. ¿Hay algo que yo no sepa? Di-dígame, el capitán Acres… ¿lo vencieron?_ pregunté acerca de lo que sucedió en aquel incidente en que por un segundo, al ver a los capitanes que mató Acres también ví a aquellos niños iguales a mí que fueron asesinados en el pasado. _¿Capitán…?_ pero varios segundos después no oí ninguna respuesta de él  ni tampoco dijo algo. Era como hablarle a un objeto sin vida. «Mejor… lo dejaré en paz.» pensé rendida a que me diera una respuesta y luego me volví a recostar en mi cama. A los pocos segundos de que lo hiciera, me volví a dormir al instante. 

Pensaba que al soñar de nuevo, me alejaría de nuevo de la realidad a la que me encuentro atada. Pero desde lo que pasó hace 9 años, cada vez que duermo casi siempre lo que veo en mi mente son pesadilla reales de mi pasado. Pesadillas como la que ahora mismo tenía.

dentro de su sueño… 

Luego de lo que pasó en el lugar al que me llevó mi madre, fui llevada por mi padre a otro. Pensaba que no viviría algo más doloroso que lo que tuve que pasar en esa jaula de niños iguales a mí que fueron asesinados tan cruelmente, pero me equivoqué de nuevo.

Antes de llegar a aquel nuevo sitio, mi padre me reveló algunos secretos que tenía él y también tenía nuestra familia. El primero de ellos fue la razón por la que me mantenía siempre oculta de el mundo exterior. Temía de que mi familia, los Weaver me encontrarán y me llevaran con ellos como uno de los niños escogidos. Pues cada 30 años, 20 niños de una nueva generación eran elegidos para ser juzgados de ser o no el nuevo líder. 

El segundo secreto, la relación que tenía yo y los demás miembros de la familia de mi padre. Todo esto se remonta a varias años atrás, cuando el reino de Algrart apenas fue creado. En aquel tiempo, el primer Weaver quien luego sería llamado como el primer “Santo de Plata”, formó un pacto con una poderosa entidad nacida del poder de uno de los dioses antiguos. Este legendario ser fue llamado como el “Guardián de Plata” y fue encontrado por mi primer ancestro malherido y a punto de morir. Como su última acción, la entidad divina le daría su poder a mi ancestro a cambio de fusionarse con su cuerpo y alma para así no morir. El pacto fue cumplido y como prueba de ello, la sangre plateada del Guardián de Plata ahora correría sobre las venas de mi ancestro y de los que serían luego sus descendientes. A partir de este momento, nosotros, sus descendientes teníamos la obligación de mantener el pacto con el Guardián de Plata. 

Soy un ¡DIOS SUPREMO! en otro mundo - Arco I: The Fallen Demon kingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora