Seguramente ella estará en su taller,
Probablemente,
escuchando esta canción.
Él en algún lugar,
perdido entre sus recuerdos.
Echándola de menos,
aún más,
a esos momentos,
que compartieron,
durante ese otoño.
Su pelo acariciado por el viento,
pájaros que volaban,
llevándose su voluntad de volar,
o eso decía ella.
Cadáveres emocionales,
marcando el camino,
en una soledad sin retorno.
Ella en una espera eterna,
sin fin,
creando todas esas cosas maravillosas,
con tan solo sus manos,
y el hambre,
de un amor,
que no llega.
Él,
solo odiándose más a si mismo.
Por un amor,
que no puede dar,
como se esperó.
Ya nada es suficiente,
y sin embargo,
nada es menos que eso.
Esos momentos de romance,
en otoño.
Cielos grises,
gotas cayendo en los cristales,
atardeceres de fuego,
dos artistas dándose algo difícil,
para seres de ese tipo,
compañía grata.
Ella siente que no este ahí,
él siente no estar ahí.
Probablemente,
una terapia de olvido a empezado.
Algo bello,
conviertiendose en dolor,
y una nostalgia venenosa,
de algo,
que ya no volverá.
Todo lo que le dio,
y el mundo no tenía más que ofrecer,
siente no poder dar,
aquello que ella,
esperaba.
A veces,
dos caminos no acaban en un mismo punto.
Es tan triste,
como dos que quieren,
y no pueden estar juntos.
Pero ellos,
su historia,
es diferente,
diferentes intensidades,
no tiene porqué,
ser el amor que la gente conoce.
Y aún y así no hay remedio,
más que tiempo y distancia,
puede,
que ni eso sea suficiente,
para un agujero,
que ambos dejaron en el otro.
*Me lo contaron entre lagrimas silenciosas
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Cartas desde el Inframundo
RandomMuchas veces nos preguntamos si las historias son ciertas, que hay de verdad en ellas. Lo cierto es que no importa si son verdad o no. Importa lo que las personas quieren transmitir con ellas. No me preguntéis si son reales, no intentéis copiarlas...
